Uno de los mansos en plena huida. :: CEDIDA POR ONDA CHICLANA
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Knight&Day, el 'remake'

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Los dos toros eran mansos, pero lo suficientemente avispados como para aprovechar la ocasión y escapar. Metidos en el cajón del camión donde los transportaban, quién sabe si los animales intuían acaso adonde lo llevaban. Su destino final: el matadero.

De forma instintiva o no, el caso es que la pareja de astados fueron tan audaces como para darse a la fuga cuando el camión circulaba por el polígono industrial de Urbisur, cerca de la avenida de los Descubrimientos. Una evasión con el vehículo en marcha. Como en las películas de acción.

De hecho, hablando de Hollywood, la escena recordaba inevitablemente a la que se vivió en Cádiz capital hace prácticamente un año, en noviembre de 2009, cuando varios toros sembraron el pánico por Cádiz al escaparse de su corral durante el rodaje de la película 'Knight and Day', que reconstruyó en las calles de la capital un 7 de julio pamplonica.

Eso sí, entonces el número de toros triplicaba al actual (eran siete) y, además de avispados, tenían mucha más mala leche y mayor cornamenta. No en vano, dejaron dos heridos en su carrera por las estrechas calles gaditanas.

«Aquí también hubo mucho jaleo, de policías y guardias civiles, pero la gente se lo tomaba más a guasa», explicaban ayer los trabajadores del centro juvenil Box Chiclana, situado en el polígono, que a las siete de la tarde -cuando se escaparon los toros- estaba a rebosar de jóvenes que ensayan con sus bandas de rock en este local.

A pesar de la cantidad de público, no hubo que lamentar heridos. «Los toros estaban más asustados que ellos, por el ruido de los coches y la sirenas», contaban los testigos. De hecho, además de los agentes, también hubo varios jóvenes que echaron valor e hicieron de 'mozos' en este particular encierro chiclanero.

Al igual que sus primos gaditanos, hace un año, las dos reses mansas vendieron cara su piel antes de ser capturados por la Policía Local y la Guardia Civil. Sobre todo, uno de ellos, que aprovechó la oscuridad de la noche para internarse por el camino de la cercana depuradora, junto al río Iro y desapareció durante toda la noche.

Libre por una noche

El segundo de ellos, en cambio, sí fue capturado a las pocas horas de darse a la fuga, cuando aún se encontraba cerca de la depuradora de la ciudad. Aunque hizo correr a las patrulleras tras suya. El otro animal, en cambio, fue encontrado a la mañana siguiente, el viernes, cuando al amanecer se le vio trotando libre por las marismas, en la cercana zona de La Borriquera, donde se personaron los agentes de la Guardia Civil junto al ganadero y le dieron caza. No hubo indulto por nobles.