Cartas

Ni fuga, ni jóvenes, ni cerebros

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Mi decisión de regresar a España tras 11 años en universidades de EE UU se apoyaba en este párrafo del BOE referente a mi contrato: «(...) garantizan el compromiso de crear, antes de la finalización del contrato, puestos de trabajo permanentes con un perfil adecuado a las plazas cubiertas». Ahora nos dicen que con los recortes no saldrán plazas, y me encuentro en una encrucijada: regresar a EE UU o quedarme en España y continuar por un callejón sin salida.

En los titulares siempre aparece el mismo lenguaje: «Fuga de jóvenes cerebros: el futuro del sistema de investigación en España». Dejemos de hablar de «fuga», nos están echando. Dejemos de hablar de «jóvenes», ya no lo somos. No podemos aguantar todo lo que venga, muchos investigadores de esta generación están considerando dejar la ciencia. Dejemos de hablar de «cerebros», nos están impersonalizando; tenemos estómagos a los que alimentar, y tenemos corazones a los que escuchamos cuando decidimos regresar a nuestro país.

Dejemos de hablar de «futuro»; la connotación es que la solución se puede posponer indefinidamente; no somos el futuro, somos el presente.