Economia

QUE LO HAGA YA

A Zapatero le van a juzgar por sus obras, no por sus anuncios. De ellas depende nuestro futuro inmediato

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La reunión entre el presidente del Gobierno y los líderes empresariales del país me parece un acontecimiento saludable, que no debería ser un acontecimiento, sino algo habitual. ¿Será útil además de saludable? Pues eso ya depende de las actitudes respectivas. Si Zapatero solo busca la foto, para demostrar que cuenta con apoyo, y si los empresarios asistentes se dedican en exclusiva a desgranar sus intereses y a exigir sus conveniencias, servirá para muy poco. Por el contrario, si Zapatero tiene ánimo de escuchar, voluntad de aprender y propósito de actuar y si los empresarios se concentran en los intereses generales de la economía del país, sobrepasando los suyos propios, la reunión habrá tenido enjundia y provecho, además de oportunidad y publicidad.

Los asistentes a la Moncloa no representan al conjunto de los empresarios, pero absorben una parte sustancial de la economía nacional y otra fundamental en la inversión total. Tras ellos se arrastra, -a veces de manera literal-, el resto de las empresas. Por eso, su representatividad la obtienen de las estadísticas, su peso se mide en toneladas y su criterio, aún siendo parcial, resulta imprescindible.

Si alguien esperaba frutos concretos de la reunión, se habrá visto defraudado, porque no los hubo. Pero no es el foro adecuado para elaborar decretos, sino para extraer conclusiones. Los decretos son responsabilidad del Gobierno, que deberá de hacer lo que considere conveniente, pues para eso ganó las elecciones. Pero, legislar en contra de sus contertulios de ayer es un suicido general. Algo así como un Numancia moderno.

Tras la reunión, Zapatero se empeñó en repetir todo lo que 'va a hacer'. Pero me imagino que será consciente de que su problema son los tiempos verbales. Los mercados ya le han escuchado. Todos le hemos escuchado muchas veces. Ahora, lo que hace falta es saber lo que 'ha hecho y lo que está haciendo'. Le van a juzgar por sus obras, no por sus anuncios. De ellas depende nuestro futuro inmediato. De ellas dependen los salarios de muchos y las inversiones de todos. Depende el crédito exterior y la estabilidad del euro. Mucha responsabilidad. Demasiada, para hacer frivolidades e intentar trucos de magia.

Zapatero sabe bien lo que tiene que hacer. Pues, que lo haga. Que lo haga ya.