Juan Antonio Martínez Camino, durante su intervención. :: EFE
Sociedad

«El Papa no ha legitimado ni de lejos el uso del preservativo»

Para el presidente de los obispos españoles, el libro 'Luz de mundo' es una obra «preciosa» que no supone ninguna novedad en la doctrina de la Iglesia

MADRID. Actualizado: Guardar
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La jerarquía eclesiástica sigue sumida en la confusión sobre el uso del preservativo en la lucha contra el Sida. Y es que la supuesta compresión del Papa hacia su utilización «en algunos casos», tal y como publicó incluso el periódico oficial del Vaticano, no ha hecho sino alentar el desconcierto en la propia Iglesia. Si el martes, el director de la Oficina de Prensa del Estado de la Santa Sede, el jesuita Federico Lombardi, se apresuraba a matizar estas declaraciones asegurando que lo dicho por el Pontífice no suponía ningún «viraje revolucionario», ayer le tocó el turno al portavoz de la Conferencia Episcopal Española. Y Juan Antonio Martínez Camino fue rotundo. A su juicio, en el testimonio del Papa no hay «ni de lejos» una defensa o legitimación del uso del preservativo porque su utilización, defendió, siempre sucede «en un contexto de inmoralidad». Por ello, y porque «no suponen ninguna novedad en la doctrina de la Iglesia», las declaraciones de Benedicto XVI ni siquieran fueron tratadas en la Asamblea Plenaria de obispos que concluyó ayer.

Para el portavoz de la Conferencia Episcopal, 'Luz de mundo', el libro de conversaciones del Papa con el escritor Peter Seewald, es una obra «preciosa» que supone «una excelente introducción a la teología y a lo que significa ser cristiano hoy» y que pone de manifiesto «la belleza de la fe cristiana y su perfecta compatibilidad con la modernidad. Nada más. «Leyendo detenidamente el libro, no se puede sacar esa conclusión», insistió Martínez Camino en relación a las palabras del Papa sobre el uso del preservativo.

Muerte digna

Tampoco quiso posicionarse el portavoz de los obispos españoles sobre la ley de cuidados paliativos y muerte digna que prepara el Gobierno. A este respecto, Juan Antonio Martínez Camino se limitó a decir que los obispos se pronunciarán cuando exista un texto y se conozca su contenido, si bien precisó que «una muerte causada por otro ser humano, sea en las condiciones que sea, es siempre una muerte indigna; porque no se puede causar la muerte de un ser humano, no se puede matar».

Y es que, a pesar de que «tampoco es ético retrasar la muerte absurdamente a costa de sufrimientos e intervenciones y técnicas que lo único que hacen es retrasar la muerte», para la Iglesia sería preocupante que «bien sea por falta de compasión, por motivos económicos o de comunidad, se introdujera la idea, incluso con el respaldo de la ley, de la supuesta bondad de quitar la vida a un ser humano».

«Introducir la posibilidad de que se le pueda quitar la vida a un ser humano, aunque sea con su consentimiento, es una barrera que en nombre de la dignidad humana y de la atención a los más débiles no se puede traspasar», reiteró el portavoz de la Conferencia Episcopal.

De vuelta al mundo terrenal, Martínez Camino anunció que el presidente de la Conferencia Episcopal, Rouco Varela, ha recibido el encargo de transmitir a los monjes del Valle de los Caídos el apoyo de la Asamblea Plenaria de los obispos. Así, el cardenal y el arzobispo de Madrid se pondrá en contacto con el abad de la Abadía de la Santa Cruz para transmitirle «la cercanía, el apoyo y la oración de los obispos para que la comunidad benedictina pueda desarrollar su labor religiosa sin inconvenientes y en plena libertad».

Y la Iglesia, ¿apoya y defiende también la moralidad de los acuerdos millonarios firmados por la cadena Cope en tiempos de crisis? «Lo que es injusto es derrochar, no invertir e invertir bien», zanjó Martínez Camino.