DEFENSA

En contra del tópico futbolístico tan repetido según el cual «la mejor defensa es un buen ataque», Jose nos ha demostrado que «la mejor defensa es un buena defensa». Si analizamos el juego de los dos grandes equipos de la Liga española, llegamos a la conclusión de que una buena disciplina defensiva constituye los cimientos sobre los que se levanta la arquitectura del juego bien trenzado e, incluso, de la eficacia goleadora.

Tengo la impresión de que es posible que el fracaso reiterado de delanteros tenga su origen en la debilidad defensiva de todo el equipo.

Ya sé que algunos críticos defienden que una contundente defensa franqueada por dos pivotes especialistas en cortar el juego del equipo contrario y más preocupados en tapar huecos que en crear espacio, constituye una descarada invitación para que el equipo contrario se vuelque sobre nuestra portería y que, aprovechando cualquier error o despiste, nos marque goles, pero Jose González, en temporada anteriores repitió hasta la saciedad que la defensa ha de empezar en la presión que han de ejercer los delanteros y que, cuando el equipo contrario tiene el balón, los once jugadores locales son auténticos defensores.

Y es que, efectivamente, sin unos cimientos consistentes, sin una base sólida, es imposible un juego fluido y un ataque eficaz. Tras el cambio de entrenador (la salida de Vidakovic y la llegada de Jose) y, por lo tanto, de estrategia, hemos de renovar las ilusiones y, sobre todo, hemos de dominar las impaciencia y saber esperar. Si mostramos serenidad afrontaremos mejor las realidades inexorables, si mantenemos un estado de ánimo sosegado, encontremos las soluciones adecuadas tras una reflexión detenida y cuidadosa.