El poeta tenía una gran capacidad de asombro. :: LA VOZ
Sociedad

Más de 8.000 libros y una amplia correspondencia, el rico legado de Ory

El patrimonio cedido por el poeta está compuesto, además, por objetos personales, colecciones, obras de arte y 2.000 fotos

CÁDIZ . Actualizado: Guardar
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Se lo dejó encomendado a los suyos. «No malogréis todo lo que voy a dejar a la ciudad de Cádiz». Ya enfermo, Carlos Edmundo Ory manifestaba así un sueño que se había forjado hace «apenas unos meses». Su legado formará parte de una fundación con su nombre, presidida por su esposa, Laura-Denisse Lachéroy, y que se ubicará en el Centro Cultural Reina Sofía. Todos estos detalles se conocían el día de la muerte del poeta. Pero, ¿qué hay detrás de ese patrimonio que el creador del postismo ha querido ceder a su tierra? Pues, una vida. La profesional y la personal, ambas vibrantes, originales, a contracorriente. Su casa de Thezy-Glimont, a las afueras de Amiéns es, hasta que la fundación comience su andadura, el albergue de este legado. De una parte está una biblioteca formada por 8.000 volúmenes. Libros propios, de compañeros de generación, de su padre, firmados, dibujados y de variado catálogo conforman esta colección en la que domina el idioma español. De otra, un riquísimo epistolario en el que se observa sus relaciones con colegas y sus vivencias personales. En su casa francesa hay más de 100 archivadores con esta correspondencia que el mismo Ory se encargaba de ordenar. Su extremo cuidado para salvaguardar estos retazos de su historia, llevó al gaditano a escribir un encabezado e imprimir los correos electrónicos que recibió en los últimos años. Podría haber más de 300 destinatarios distintos en estos sobres y documentos.

En el patronato

Su gran amigo Jesús Fernández Palacios, que formará parte del patronato de la fundación, cuenta el amor que el creador de los 'aerolitos' profesaba a algunas de sus colecciones. «Le tenía especial cariño a una de caballitos, pero es que también guardaba relojes, plumas, cajitas y catálogos de revistas». La capacidad de asombro -aunque ya anciano- del poeta hizo que conservara muchos de estos objetos, que también serán expuestos en la futura fundación. Elementos decorativos comprados o regalados durante sus viajes y estancias en La India, Perú, Marruecos, también forman parte de este interesante y variado patrimonio.

Además, conservaba 2.000 fotografías con escritores, mujeres, hija, nietas... En Madrid, Cádiz, París... Otra de sus predilectas era la colección de arte, que engrosaba en gran medida con los cuadros de su esposa Laura, algunos de autores franceses y escritos enmarcados de Luis Eduardo Aute, Paco Nieva o Chicharro. La producción propia también forma parte de este apartado. Guardaba más de 100 collages suyos de temática erótica, fantástica y misteriosa en su mayoría.

Y también gorros, sombreros, bastones... «Hasta un palo retorcido podía llegar a interesarle», recuerda Fernández Palacios. «Queda mucho trabajo por hacer. Se podría investigar la correspondencia y ver si se puede hacer un libro o servir de base para una biografía», subraya el amigo. «Que todo quede a disposición de los estudiosos, por favor», le pidió Ory hace apenas un mes.