El autor de 'El lápiz del carpintero', junto a Miguel Nieto, que introdujo su intervención. :: J. C. CORCHADO
Sociedad

«La literatura camina como el vagabundo de Charles Chaplin»

Manuel Rivas leyó el primer capítulo de sus memorias inéditas y recordó sus primeras e infantiles emociones con las letras

JEREZ. Actualizado: Guardar
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Pocos escritores se habrán planteado alguna vez cómo camina la literatura. Ayer lo hizo Manuel Rivas ante la expectación de un público que no sabía cómo iba a salir el gallego del jardín en el que se había internado, pero lo consiguió como sólo puede saber un escritor que estuvo sentándose, de niño y durante todo un año, sobre una maleta porque no había bancas libres en su clase.

¿Cómo puede ser el cuerpo de la literatura? «Su forma poco tiene que ver con la línea recta de los renglones. Cada vez estoy más convencido de que el andar de la literatura es como el del vagabundo Charlot. Va hacia lo desconocido pero sabemos que tiene un sentido», reflexionó. «Va pisando en el pasado y el presente, donde se encuentra la vida y la muerte, la razón y la emoción», añadió mientras zapateaba sobre la tarima intentando imitar el movimiento del actor.

Para Rivas, que participó ayer por segunda vez en un congreso de la Fundación Caballero Bonald, los andares de Charlot en 'El chico' reflejan que «camina con esperanza, sueña hacia delante pero también hacia la desolación y hacia el abismo de la pérdida del lenguaje. Es un andar como el de la vida».

En las escuelas

«Enseñar literatura debería ser central en la escuela», aseguró el autor, que acaba de publicar 'Todo es silencio'. Argumentó que «la literatura se ha desplazado y marginado, como le ha ocurrido a otras humanidades. Se olvida que es un vehículo de transmisión de información fundamental».

Defendió que «la boca de la literatura -que era el título de su conferencia- no sólo está en la literatura. Es así porque ha tenido una existencia muy conectada con la vida, como un erizo encogido que de pronto se abre». Entre sus primeros recuerdos y emociones provocados por las letras, Rivas destacó la imagen de su madre recitando un poema de memoria o la maleta en la que se sentaba de niño porque no había otro sitio en la guardería. «Era una predestinación. Allí sentado vi a mi hermana María leer por primera vez», recordó.

Durante su intervención de ayer, Manuel Rivas deleitó a los asistentes con la lectura del primer capítulo de las inéditas memorias de su infancia, titulado 'El primer miedo'.