Felicidades dama

Debe ser halagador para una ‘dama’ que le echen treinta años cuando se cumplen más de dos mil quinientos. Pero se conserva tan bien que parece una chiquilla –y eso que es algo mayor– al lado de su pareja, quien sí que no puede disimular que lleva más de cien años expuesto a todas las miradas. Para ella, treinta años no es nada, y la leyenda de su rocambolesca aparición la sigue envolviendo como a los grandes mitos de la historia. La Dama, que apenas conservaba en su interior una pulsera y unas pestañas postizas como correspondía a la alta clase gaditana que no hacía ostentaciones –eran otros los tiempos– luce, sin embargo, tan coqueta y estilosa que es, por derecho propio, la pieza del mes en el Museo de Cádiz, celebrando de este modo el cumpleaños de este sarcófago femenino del que sólo hay tres en el mundo. Para su desgracia, no estaba, ni está, en el sitio adecuado ni el momento adecuado. En cualquier otra ciudad, la Dama sería un icono, un símbolo de ese Cádiz que posiblemente no era este Cádiz.

Pero aquí, nos conformamos con poco. Y eso que la fiesta de cumpleaños que ha preparado el Museo está a la altura de la Dama. Un programa que aprovecha la Semana del Turismo para dar a conocer la que quizás es su pieza más valiosa. Más que correcta la exposición que ambienta el aniversario, precioso el recortable que han diseñado especialmente para los niños que la feliciten en estos días, magnífica la conferencia de Ramón Corzo y especialmente emocionante la audición de ‘Los Perdedores’ que Fernando Quiñones –cosas de la tecnología moderna– leerá mañana. Usted no puede faltar. Porque no todos los días el pasado se viste de gala y porque no siempre nuestra memoria reciente es tan histórica.