Mazlan Othman no será la responsable de la ONU para el Espacio Exterior. :: LA VOZ
Sociedad

Un bulo galáctico

La ONU niega que una astrofísica malaya sea la nueva interlocutora ante los extraterrestres

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Parecía una cosa seria. La ONU había decidido ir un poco más allá de sus obligaciones y estaba dispuesta a crear la figura de interlocutor con los extraterrestres. Algo así como designar a alguien para descolgar el teléfono cuando los hombrecitos (pongan el color que quieran, como el verde tradicional o el azul 'avatar') llamen para presentarse en nuestro planeta.

La organización ya tenía candidata: la astrofísica malaya Mazlan Othman. Esta señora de 58 años, la primera mujer de su especialidad en el país asiático, apareció en el 'The Sunday Times' inglés como la persona elegida para tan importante misión. Además, la doctora Othman, actual directora de la Oficina de Naciones Unidas para el Espacio Exterior (Unoosa) iba a presentar la iniciativa en la Royal Society en un coloquio en Inglaterra.

Pero los extraterrestres se van a quedar sin respuesta al otro lado de la línea. La ONU anunció ayer, después del revuelo que se ha armado en medio mundo, que naranjas de la China. Que lo publicado por el periódico británico, y recogido por decenas de medios digitales en medio mundo, es falso. No hay nada de nada. «Suena genial, pero tengo que negarlo todo», afirmó la sorprendida Othman mediante un correo electrónico. Asimismo, añadió que va a dar una conferencia en la sociedad, pero que girará sobre los objetos cercanos a la Tierra. Este plan también pretendía cambiar la estructura de este organismo de la ONU para que se convierta en una especie de embajada diplomática y científica ante los visitantes. Por otra parte, esta idea tenía su aquel porque cambiaba el llamado tratado del espacio exterior. Este acuerdo se firmó en 1967 y fue impulsado por las dos grandes potencias de entonces: Estados Unidos y la Unión Soviética. Los dos enemigos , con la ayudita de Reino Unido, plasmaron en papel el reparto del espacio. Por ejemplo, estuvieron de acuerdo en que no habría armas nucleares orbitales que apuntasen hacia Tierra. Tampoco se podían poner misiles en la Luna.

Este acuerdo, que entró en vigor el 10 de octubre de 1967, también indica que sólo se podrán instalar complejos con fines pacíficos y científicos en asteroides, satélites y demás cuerpos celestes. Por otra parte, las entidades no gubernamentales que quisieran ir al espacio, como es el caso actual de los viajes turísticos, deberán obtener un permiso de las autoridades. El objetivo de estas medidas es que nadie pueda reclamar como propio una parcela de espacio.

Por el momento, la señora Othman no verá ampliadas sus competencias. Seguirá vigilando el correcto uso que se hace del espacio desde su oficina de Viena. Y no tendrá que comprar un nuevo teléfono.