Pedro Curtido protesta al colegiado Rojas Domínguez tras un lance del juego. :: JUAN CARLOS CORCHADO
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Empate insuficiente y pérdida del liderato

El Ayamonte puso más complicaciones de las esperadas al Portuense a pesar de encontrarse en la parte baja de la tabla clasificatoria

EL PUERTO. Actualizado: Guardar
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No pudo el Portuense mantener el liderato al empatar a un tanto frente al Ayamonte, pero hay que dar por bueno el punto. Los onubenses, a pesar de ir en la parte baja de la clasificación, no fueron una perita en dulce para los de Paco Corbeto. La primera mitad hay que apuntársela a los locales, pero la segunda a los de Cándido Rosado, que si hubieran tenido mayor ambición tras el empate lo mismo se hubiera dado otro marcador. Al igual que si el Portuense con el 1-0 se hubiera mostrado acertado al gozar de dos claras oportunidades para haber aumentado la ventaja en el electrónico. Fue un partido bastante disputado con alternancia en el juego y mucho respeto en los visitantes ante quien comparecía como líder. Ante la ausencia por sanción de José Antonio, había optado Corbeto por dejar un poco al margen esa banda y acumular a otro hombre más en la zona ancha. Unas veces tuvo buen resultado pero en otras no tanto, ya que Piñero, que tenía libertad de movimientos, tendía más a su posición natural de banda izquierda.

El Portuense llevó la manija del encuentro en los primeros 45 minutos con claras ocasiones de poder marcar, aunque el Ayamonte tampoco estuvo exento de las mismas. Los porteros ayer tuvieron trabajo que en la primera mitad supieron resolver con solvencia.

Corría el 54' de partido y Piñero, enganchó magníficamente un cuero en el vértice izquierdo del árera grande, cuyo lanzamiento con efercto se fue irremediablemente a la escuadra de Manolo. Un gran gol, que además servía para seguir manteniendo el liderato. Mejor no podían ir las cosas para los de casa, que tres minutos más tarde pudieron haber sentenciado el marcador con una galopada de Villalustre, que luego, cuando se cantaba el gol, estrelló el balón en el cuerpo de Manolo. Fue una jugada clave, porque a partír de ahí el Ayamonte, que todavía no sabe lo que es ganar esta temporada, echó mano de su gran baluarte Gregorio Molina, defensa y máximo goleador de los onubenses que amargó la tarde a la parroquia rojiblanca. En el minuto 76 estrelló un balón de cabeza en el travesaño de Edu Villegas, pero que luego remató la faena dos minutos más tarde con el gol del empate. La defensa local se despistó en esa jugada para que el veterano jugador, en el segundo palo, consiguiese nivelar por bajo el marcador.