SEPTEMBRINO

Si tenía temas... el revertazo, el melendazo, el belenazo... pero septiembre me ha dado septembrino. «Busca en feisbu» me dijo mi cuñao. Que me ha dado por encontrar a uno que hizo la mili conmigo y me he metido en la red social... en ninguna red del muelle pesquero me había liado (y mira que ponían el suelo que no había por donde pasar), pero en esta no sabía como andar... los deditos se me han hecho agua al saber que me conectaba con el mundo... he debido liarle una pelotera del carajo al feisbu porque no ha parado de enviarme mensajes ofreciéndome ayuda: «Hola, Jose (qué joio, sabe que en casa me llaman Jose, sin entonación en la e), lamentamos que hayas tenido problemas para entrar en tu cuenta de Facebook. Puedes obtener ayuda para entrar en Facebook en Facebook. Gracias, Facebook». Logré poner mi perfil (ojos negros, piel morena) y encontré respuesta: «Me gusta», hecho que me retrotrajo a aquello de «que se quede el infinito sin estrellas y que pierda el ancho mar su inmensidad» y que me situaba más en el universo de la olivetti lettera que en el de los bites... Ando lejos de la modernidad («Jose, no hacemos carrera contigo en Facebook. Deja libre el botón ayuda. Gracias, Facebook») y me he tenido que sincerar con mi cuñao: «No encuentro al Juaqui, quillo, y podía haber aprovechao algún tema pa septiembre... ¿tú sabes que Belén Esteban obtendría un montón de escaños si se presentara?», «¿Y qué?» (me dice), «¿Y qué...?» (le digo), «En qué país vives, ¿no han votao a Zapatero presidente...?» Por un momento se me había olvidado por qué me había dado septembrino... Juaqui, voy a seguir intentándolo hasta que Facebook me dé un toque («Jose, pisha, vete al carajo, Facebook»), aunque igual ya lo está haciendo y no me entero (ahora me habla en inglés, tú), ¿dónde te has metío, cojones?