MUNDO

México olvida el azote del narcotráfico durante la fiesta de su bicentenario

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

La celebración del bicentenario de la independencia de México contó por primera vez en su historia con dos actos: el tradicional de la medianoche en la plaza Zócalo Capitalino y el especial, previsto para las 6 de la mañana -mediodía de hoy en España- en Dolores Hidalgo, la cuna de la lucha por la liberación de la colonia española. El Gobierno tiró la casa por la ventana pese a la crisis económica y el azote del narcotráfico para centrarse en la festividad«más grande y espectacular» del país azteca.

El Distrito Federal -sitiado por las fuerzas de seguridad y con el centro de la capital colapsado por el cierre de varias calles principales- será el marco primordial de los actos. No obstante, casi todos los estados de la nación han celebrado las fiestas patrias, salvo excepciones. En 14 municipios, entre ellos Morelia y Ciudad Juárez, se suspendieron las verbenas que amenizan el tradicional 'Grito'. El Ejecutivo teme que se repita un atentado como el de 2008 en Michoacán, cuando un grupo narco lanzó granadas contra la multitud y dejó 8 muertos y decenas de heridos.

Por televisión

En Ciudad Juárez, las autoridades recomendaron a sus vecinos ver los festejos por la televisión. Es la región más violenta del país y 10.000 de los más de 28.000 muertos en la lucha contra el crimen organizado proceden de esta zona. Desde el 1 de diciembre del 2006, fecha en que Felipe Calderón asumió el poder, México libra una dura batalla contra el narcoterrorismo, para lo cual ha desplazado 50.000 militares a los focos calientes.

La festividad del país azteca, sin embargo, desplazó ayer a los cárteles del centro de las miradas. Más de un millón de personas, entre ellas unos 200.000 extranjeros, disfrutaron del desfile de 27 carrozas alegóricas y vieron el gran espectáculo artístico y pirotécnico diseñado por el australiano Ric Birch para conmemorar, además, el centenario de la revolución en favor de los pobres encabezada por Pancho Villa y Emiliano Zapata.

Birch, famoso por organizar las ceremonias de los Juegos Olímpicos, preparó cinco horas de diversión que cerró con la explosión de ocho toneladas de material pirotécnico que iluminó el Zócalo Capitalino, las calles adyacentes y gran parte del firmamento del centro de la ciudad. El Gobierno invirtió unos 200 millones de euros en preparar los festejos y realizar 71 obras de infraestructuras, la mayoría aún sin finalizar.