Tribuna

Basura

«Lo importante es que no va a haber acciones armadas. Que ETA no va a matar, vaya. Aunque lo cierto es que esta toma de posición llega tarde y sabe a poco. Supone un alivio para mucha gente, para el conjunto de la sociedad, pero sabe a poco»

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Hace muchos años que no leo los comunicados de ETA. Nolos aguanto. He hecho una excepción con éste, aunque tengo que confesar que me ha costado mi esfuerzo hasta llegar a las únicas palabras que merecen la pena ser tenidas en cuenta: «ETA hace saber que ya hace algunos meses tomó la decisión de no llevar a cabo acciones armadas ofensivas». Es una especie de conclusión final que parece deducirse de los apartados inaguantables anteriores. Pero es una decisión carente de lógica. Como si alguien dijera algo así como lo que sigue: los banqueros tienen culpa de la crisis económica; John es banquero; por lo tanto, no tiene ninguna responsabilidad en la crisis. Ésa es la forma de argumentar de ETA.

Desde hace medio siglo ETA quiere liberarnos a todos. Con gran sacrificio por su parte, con muchos héroes de por medio. Actuó con responsabilidad en el franquismo, oponiéndose a los intentos de asimilación. Pero luchó. Y su lucha le costó sangre y sudor. Esa lucha fue capaz, en su epopeya heroica, de mantener en pie al Pueblo Vasco. ETA demostró que el marco autonómico no sirve para nada, es un camino yermo. Sólo crea división y desmembración. Frente a eso, ETA ha superado, una tras otra, todas las medidas encaminadas a neutralizar la lucha de liberación. Así, llevada de su responsabilidad, no ha hecho más que proponer iniciativas de colaboración para superar el conflicto: Lizarra- Garazi, Bergara, KAS y Alternativa Democrática. Eso ha hecho que al fin hayamos llegado a una encrucijada en la que se demuestra que el marco autonómico está agotado. Por eso nos encontramos ante una ofensiva fascista por parte del Estado español, en esta situación de excepción. Es tiempo de asumir responsabilidades y dar pasos firmes, en un camino en el que no caben los atajos, así que no vamos a llevar a cabo acciones armadas.

Vamos de dejar de lado esa verborrea que forma parte de registros que caducaron hace muchos años. Lo importante es lo otro: que no va a haber acciones armadas. Que ETA no va a matar, vaya. Aunque lo cierto es que esta toma de posición llega tarde y sabe a poco. Supone un alivio para mucha gente, y para el conjunto de la sociedad, pero sabe a poco. Sabe a poco, porque no es la primera vez que ETA declara treguas. No sé muy bien cómo denominar a lo de ahora: si tregua, descanso, congojo organizativo o confusión mental. De todo un poco, aunque sin saber de qué se trata.

ETA tiene una historia muy distinta a la que sus propios militantes perciben de sí mismos. Desde fuera, parece claro que la declaración de ayer es la consecuencia lógica de que les han dado hasta en el carné de identidad, se ven incapaces de seguir liberándonos y no ven nada más oportuno que hacer para que baje la presión. Muestra una falta de convencimiento absoluto en lo que afirman, precisamente porque de su farragoso comunicado se concluye justo lo contrario: que habría que seguir dando leña al Estado opresor. Pero ellos, como si fuesen magos de la palabra (en cierto modo lo son), son capaces de afirmar tan campantes que es evidente que son las 3 de la madrugada porque el sol pica que mata. Así que me fío más bien poco. Ésta es una oportunidad que ya pasó, perdieron el tren. Un paso, no el esperado. Necesitamos propuestas mucho más claras, necesitamos que esta posición se traduzca en hechos medibles, y que haya alguna comisión que pueda verificar de modo independiente si esa voluntad se transforma en algo más concreto que el 'sálvese quien pueda, que vienen'. La sociedad espera y necesita voluntades manifestadas con más claridad y de forma más inequívoca.

Es una pena que los sectores de Batasuna hayan sido incapaces de pedir en público a ETA que abandone las armas. También ellos han perdido una ocasión de oro para hacerlo, cuando lo tenían todo a su favor, por mucho que concedan un valor incuestionable a la mamarrachada de turno. Ahora será también un poco tarde para ellos. Y, desde luego, es inadmisible, por muchas excusas que haya que utilizar para vender decisiones que algunos de entre ellos considerarán infumables, que hayan tenido que recurrir a esa verborrea hiriente para el sentido común. Incluso nos sigue pidiendo responsabilidades a los ciudadanos de a pie. Responsabilidades para llegar a escenarios de procesos democráticos. Las víctimas no existen. Los cientos de muertos nunca han existido. No hay amenazados. Tampoco nadie insulta a nadie en las calles, todos en paz. Todos pueden llevar en la solapa la ikurriña, la bandera de la Concha, la rojigualda o un pin diciendo 'I love Spain'. Los contenedores pueden dormir tranquilos. Desde ahora todos a partir un piñón, ya nos dirá ETA lo que es responsable y algún otro definirá lo que es un verdadero proceso democrático. Ellos saben bien lo que es eso, no en vano han dedicado su vida, y sus vidas, a ello.

Es un paso, desde luego. A ver cuándo empiezan a pensar como ciudadanos normales, no nos marean con su dialéctica de papelera, y recurren al sentido común con un poco más de sentido. Entonces comenzaremos a andar todos por la misma senda, y se podrá hablar de otras cosas. Mientras tanto, cautela. Un paso: a ver si con un poquitín más de esfuerzo salen de su jungla. La sociedad espera mucho más. A ver si se enteran. Les va a costar.