María Cámara y Flora Pedraza.
LA SACRISTÍA

Tributo a 'El Niño Miguel'

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La guitarra como mitomanía, la guitarra como supervivencia, la guitarra como identidad. Así podemos definir -grosso modo- la trayectoria vital y el ADN artístico de 'El Niño Miguel', «siempre a la sombra de su guitarra, detrás de ella y para ella, desde su primer concierto a los siete años hasta hoy, que se encuentra tocando por las calles de Huelva». Un genio que ya de adolescente asombró a diestro y siniestro sin encomendarse a Dios ni al diablo: únicamente evidenciando su don natural para el arte de las seis cuerdas. Precisamente a su andadura musical, a la reconstrucción de su vida nimbada de altibajos y de testimonios en primera persona, se proyectó el pasado martes -en una nueva sesión de 'Flamencine'- el documental titulado 'La sombra de las cuerdas'. Intervinieron en el mismo, entre otros muchos, intérpretes de la categoría de Paco de Lucía, Tomatito, Pepe Habichuela o Chano Domínguez. 'El Niño Miguel' podría haber alcanzado la máxima nombradía profesional pero la droga se cruzó -como un «carnívoro cuchillo»- en el sendero de su prometedor destino. Al patio descubierto del Centro Andaluz de Flamenco asistieron, entre otros, José Antonio Romero, Vicente Fernández, María Cámara o Flora Pedraza.