Los camioneros insinúan huelgas si Fomento les impone nuevas tasas

La reacción no se ha hecho esperar. Los transportistas advierten de que su respuesta será «muy fuerte» si el Ministerio de Fomento decide aplicarles la denominada 'euroviñeta', una tasa amparada por la normativa europea ya aplicada en varios países europeos y que, básicamente, supone un peaje en el entorno de los 10 céntimos de euro por kilómetro para los camiones pesados. Un dinero que serviría para compensar los costes internos (construcción y mantenimiento) y externos (contaminación) de las infraestructuras viarias.

Fomento reconoce que ese gravamen, que podría reportar al Estado hasta 3.300 millones de euros al año, es «una más de las muchas alternativas y posibilidades que se están barajando», y subraya que nada hay decidido. El ministro José Blanco, quien ha dejado claro que «se ha acabado la cultura del todo gratis en las infraestructuras», ha sugerido la creación de una subcomisión en el Congreso para analizar el asunto.

Se trataría de un grupo de trabajo por el que pasaran todas las partes afectadas (incluidos los sindicatos) y desde el que buscar una solución. Blanco quiere esperar a las conclusiones sobre la materia de la presidencia de turno de la UE, en manos belgas. Bélgica tiene claro que la 'euroviñeta' es más que prioritaria y, además, sugiere extender la fórmula a todos los medios de transporte. El Ejecutivo español busca vías alternativas de financiación para sufragar un costoso mantenimiento de las carreteras (1.200 millones de euros al año). La austeridad presupuestaria y la obligada contención del gasto para luchar contra el déficit hacen que no se descarte absolutamente nada.

Compromisos

Como tampoco descarta la huelga el sector del transporte, que entiende que el asunto de la 'euroviñeta' supone vulnerar un compromiso firmado con los camioneros en 2008, justo después de un verano 'caliente' repleto de paros por toda España. El presidente de la Federación Nacional de Asociaciones de Transporte de España (Fenadismer), Julio Villaescusa, afirma que el sector «está muy enfadado y muy preocupado». «Es una desmesura y una barbaridad, y va a sentar fatal a los compañeros», apunta Villaescusa, al frente de la organización más beligerante en aquella huelga de hace ahora dos años. Villaescusa advierte de que, sea cual sea la decisión, deberá de ser «fiscalmente neutral» para los camioneros pudieran repercutir el impacto a sus clientes.

A su juicio, la economía de las empresas de transporte -un sector muy atomizado, repleto de pequeñas microempresas que compiten con verdaderos gigantes- no soportaría nuevos gravámenes. «Con la crisis muchas se están arruinando, y esto planteado así, en agosto, con nocturnidad y alevosía, es inaceptable», asegura.

La falta de un planteamiento abierto y directo por parte de Fomento ha levantado ampollas entre los profesionales del transporte, que critican «la absoluta falta de delicadeza de Fomento», como subraya Ovidio de la Roza, presidente de la Confederación Española de Transportes de Mercancías (CETM).

El comité nacional del transporte, que normalmente sirve de interlocutor del sector con el Gobierno, ya hizo llegar el mes pasado al presidente del Ejecutivo, José Luis Rodríguez Zapatero, y al propio Blanco una carta en la que les recordaba su «total oposición» a la 'euroviñeta'. De ahí el malestar de las organizaciones, que prometen estar «al acecho».

Los constructores y los concesionarios de autopistas defienden a capa y espada la implantación de la tasa. El presidente de la Asociación del Transporte Internacional por Carretera (Astic), Pere Padrosa, recuerda al Gobierno que la 'euroviñeta' elevaría inmediatamente los precios finales de venta 0,49%.