CÁDIZ

EL MISMO CRISTO DE 1648

HERMANO MAYOR Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Era el lunes 10 del pasado mayo cuando, al finalizar la eucaristía, entregábamos la imagen del Santísimo Cristo de la Buena Muerte al restaurador, José Miguel Sánchez Peña. Queríamos que durante el tiempo que él considerase necesario devolviese al Cristo su aspecto original que con el paso de los años había ido perdiendo. Durante estos dos largos meses hemos tenido el privilegio de poder ir siguiendo paso a paso el meticuloso trabajo que se ha realizado en la talla. Hemos ido descubriendo aspectos inéditos de la misma y ángulos de visión que se escapan a la contemplación normal. El Cristo desclavado de la cruz adquiere una dimensión espectacular, su portentosa anatomía se destaca más, si cabe, sin la cruz y sobrecogía el verlo desprovisto de la misma.

Creo que José Miguel Sánchez Peña ha realizado un espléndido trabajo, lleno de cariño y ejecutado con una exquisita y maravillosa profesionalidad. Nos ha devuelto una imagen nueva, fresca, como fue ejecutada en 1648 y en la que ahora se destacan muchos aspectos que se habían difuminado por la suciedad y el polvo acumulado en la talla. Hemos descubierto un Cristo nuevo que ahora invita, al que lo contempla, a trasladar su espíritu y agradecer mucho más a esas manos anónimas que lo tallaron y nos lo entregaron para nuestra devoción y plegaria.

Espero y deseo que desde hoy, los que se acerquen a San Agustín a implorar su bendición o a admirar simplemente la maravillosa obra del imaginero sientan la misma emoción con la que devolvemos la imagen al culto y a la contemplación de todos.