Un operario instalaba ayer el escenario y las gradas, a tres días de la celebración. :: ANTONIO VÁZQUEZ
CÁDIZ

¿Dónde hacemos el concierto?

Vecinos y comerciantes de Fragela piden que los actos lúdicos que se hacen en la zona se trasladen al Baluarte

CÁDIZ. Actualizado: Guardar
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A tres días de que comiencen los conciertos que se celebrarán este año en la plaza Fragela, las instalaciones se levantan y los vecinos y comerciantes de la zona siguen con la misma opinión desde que conocieron la noticia. «Es inadmisible», afirma Francisco, uno de los vecinos de la plaza que acoge al Gran Teatro Falla, que no se explica «quién ha tenido la idea de poner un concierto aquí». Una consideración compartida por los lugareños, ya que junto al emplazamiento se levanta un geriátrico y, a tan sólo 30 metros, un hospital.

Indiferentes a las apreciaciones humanas, las gradas toman altura y los paneles de madera van cerrando la plaza por los laterales. Los 75 ancianos de la Residencia Fragela tendrán que soportar del viernes al domingo la música que comenzará a las 10 de la noche, a pesar de que se acuestan a las nueve, y muchos de ellos incluso a las ocho de la tarde.

Ramón es uno de los que vive allí y de los que en mejor estado de salud se encuentra. «No han pensado bien esto», dice. Asegura que «hay personas muy mal y que se acuestan pronto», por lo que los tres conciertos de Fragela serán «una molestia» para ellos.

Unos hablan de la plaza de San Antonio, otros del Castillo de Santa Catalina e incluso quienes recuerdan a la plaza del Ayuntamiento, pero para Francisco y Ramón hay un lugar más acertado: el Baluarte de la Candelaria, donde vienen celebrándose los Martes de Carnaval y los Jueves Flamencos desde hace algunos años.

En la tienda de Madueño, José Luis es también de la opinión de que esta plaza no ha sido un lugar apropiado y también habla del Baluarte.

Para su negocio puede ser unos días en los que venda más y por eso abrirá la tienda, pero entiende que el lugar no es acertado, por encontrarse tan cerca los residentes del geriátrico y los pacientes del hospital.

José Luis cuenta que nadie ha preguntado a los comerciantes ni a los bares y que se enteraron de que los actos lúdicos se celebrarían aquí de la noche a la mañana. Durante estos días a los bares no se les permitirá tener las terrazas.

Al finalizar la hora de visita en la Residencia Fragela, los familiares muestran su perplejo por la decisión de este año. María Antonia tiene allí a su madre y asegura que no ve «justo que habiendo tantas plazas tengan que hacer los conciertos en donde hay una residencia».

Confiesa que entre los distintos familiares no hay mucha unión y «quizás por eso no se han quejado al Ayuntamiento», aunque afirma que de haber una iniciativa con ese fin la apoyaría. Y entre tanto, algunos se muestran algo más indiferentes, como Ana, vecina de la plaza. Ella lo verá «desde la azotea».