Jerez

La provincia deja de ser un refugio laboral para la población inmigrante

En los dos últimos años el desempleo en este colectivo se ha duplicado y su contratación ha caído casi un 25%

JEREZ. Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

En los dos últimos años, la esperanza de quienes llegaron a la provincia buscando un futuro mejor se ha desvanecido por completo. Y es que en estos últimos 24 meses, las cifras de desempleo y contratación de inmigrantes en Cádiz ha puesto al mercado laboral foráneo, tanto a los registrados como los que no, en su sitio.

Los datos son crueles. Más todavía que en el caso de los trabajadores nacionales. A finales de 2007, en pleno 'boom' económico nacional, en esta provincia apenas se contabilizaban 2.080 inmigrantes en situación oficial de desempleo.

A finales del pasado ejercicio 2009, y según los datos del Anuario del Ministerio de Trabajo e Inmigración del Gobierno de España, esa cifra se había duplicado, hasta alcanzar los 4.538 demandantes de un puesto de trabajo.

La situación es verdaderamente dramática en muchos casos. En ese plazo de tiempo que ha pasado desde que la economía nacional vivía de la burbuja inmobiliaria y el efecto dominó de la construcción, hasta el estallido de ambos, la contratación de ciudadanos de otras nacionalidades ha caído en picado. En concreto ha descendido un 25%, algunos puntos porcentuales más en aquellos sectores que dependían directamente del ladrillo. En 2007 se sellaron más de 19.000 contratos laborales a inmigrantes. El último dato del Ministerio de Trabajo habla de que esa cifra se redujo a finales del pasado año a poco más de 14.600 contratos.

«Las dificultades de quedarse en el paro son mayores si hablamos de inmigrantes; ellos necesitan, por ejemplo, acreditar unos ingresos y una cotización mínima para poder renovar sus tarjetas de residencia». Son palabras de Francisco Morales, director de Ceain, una asociación de acogida de inmigrantes con sede en Cádiz y Jerez, que aporta algunas de las claves para entender el por qué la provincia ha dejado de ser el paraíso para la inmigración.

«La crisis económica ha empeorado la situación de los extranjeros que vivían desde hace años aquí, pero también ha ordenado los flujos migratorios sin necesidad de una ley de extranjería», asegura.

La provincia tenía censados a 1 de enero, a 47.713 ciudadanos foráneos. Los ingleses son mayoría entre estos 'residentes regulares', con casi 8.750 personas, seguidos por los marroquíes (7.400), los rumanos (3.800) y los alemanes.

En los últimos años, la cifra de llegadas legales de trabajadores a la provincia se han congelado. Según la Junta de Andalucía, sólo en 2009 la mitad de las contrataciones de mano de obra extranjera en la comunidad autónoma fue a parar al sector agrícola y al campo.

Se busca mano de obra poco cualificada, se contrata menos en origen, y quienes vienen sin contrato ni papeles «se las ven y se las desean para subsistir», explican desde Andalucía Acoge.

La Encuesta de Población Activa (EPA), también revela que no ha aumentado la población de otras nacionalidades en el último año y medio en todo el país.

En cuanto a la provincia, se está produciendo un repunte en la incorporación de mujeres, fundamentalmente de origen latinoamericano, en el sector servicios (tareas domésticas y hostelería, sobre todo). Jerez es un buen ejemplo de ello, ya que allí los bolivianos se consolidan como la comunidad más numerosa.

Según concluye el Observatorio de la Inmigración de Andalucía, la denominada «estabilización del saldo migratorio» es una «reacción lógica ante el deterioro sufrido por el mercado laboral en España». Curiosamente, quienes más están sufriendo las consecuencias de la crisis son aquellos que llevaban más tiempo viviendo entre nosotros.