El sistema bancario español despeja dudas y demuestra ante el mundo su solvencia

La solvencia del sistema financiero español ha quedado patente, al superar bancos y cajas unas pruebas de solvencia mucho más rigurosas que las de otros países europeos y someterse todas ellas al examen de los expertos, cuando otros Estados se han limitado a sacar a la luz la calificación de sus mejores instituciones. Solo cuatro grupos de cajas -dos catalanes, el resultante de la fusión de Caja España y Caja Duero, y Banca Cívica- necesitan recapitalizarse por un importe total de 1.835 millones de euros para estar en condiciones de afrontar un durísimo y nada probable empeoramiento de las condiciones económicas.

La lista de 'suspensos' incorpora también a Cajasur, pero las autoridades del Banco de España se han apresurado a explicar que esa institución debe quedar al margen tras su reciente rescate por BBK, una de las entidades con mejores perspectivas. «Las necesidades de capital no existen en este caso», adelantó el presidente del Fondo de Reordenación Ordenada Bancaria (FROB), Javier Aríztegui.

Las entidades que no superan el examen «en los brutales escenarios propuestos», añadió Aríztegui, «van a seguir funcionando con total normalidad». Desde ahora y hasta final de año, Caixa Catalunya y sus socios van a necesitar 1.032 millones de euros de capital adicional, la fusión de Caja Dueño y Caja España -bautizada como 'espiga' en el argot de los supervisores europeos- precisará 127 millones, las cajas catalanas agrupadas en Unnim han de buscar 270 millones y Banca Cívica (agrupación de Caja Navarra, Caja Canarias y Caja Burgos) tiene que captar 406 millones, para lo que ya ha entrado en contacto con un fondo norteamericano.

Transparencia

Los mercados irán a mejor, porque los analistas tendrán que valorar en su justo término este ejercicio de transparencia, argumentó el gobernador del instituto emisor. Miguel Fernández Ordóñez insistió en que las pruebas de resistencia practicadas serían equivalentes a «someter a un puente al paso simultáneo de 60 camiones cargado cada uno con 60 sacos de arena». Expertos del Banco de España han calculado que la probabilidad de que ocurran las circunstancias planteadas en las pruebas -una fuerte recaída del PIB, o supuestos tan extraordinarios como el desplome adicional del 28% en el precio de la vivienda, o la depreciación del 61% en el valor del suelo- ronda el 0,5%, y es «prácticamente irrelevante».

De igual modo, el gobernador restó importancia a que cuatro de las seis -o cinco de las siete, si se incluye Cajasur- entidades europeas que han suspendido sean españolas. Las otras dos son el alemán Hypo Real State y el griego ATEBank.

«España ha puesto a prueba a todos los bancos y cajas», explicó, mientras que otros países han colocado bajo la lupa a sus instituciones más destacadas, puesto que sólo se exigía someter al 60% del sistema. «Si hubiéramos actuado igual, nos habría bastado con examinar a Santander, BBVA y La Caixa, todas ellas con excelente nota», defendió Fernández Ordóñez. De donde dedujo que «el sistema español está muy bien, incluso sometiéndole a unas situaciones casi imposiblemente negativas».

El gobernador, y la vicepresidenta segunda y ministra de Economía, Elena Salgado, consideraron la publicación los test de resistencia como el remate de un proceso que arrancó con la reestructuración de las cajas de ahorro al amparo del FROB, prosiguió con la reforma de la ley que regula estas instituciones, y concluirá con la recapitalización de las entidades que muestran esta necesidad, que podrán recurrir a los fondos públicos o buscar en el mercado los recursos propios que les faltan.

El saneamiento total en que va a incurrir el sector -calcula el Banco de España- se limitará a 16.193 millones de euros. A esta suma se llega tomando en cuenta los 10.583 millones ya comprometidos por el FROB en la actualidad (incluida la garantía de activos por 392 millones que se le va a proporcionar a Cajasur), los 3.775 millones aportados por el Fondo de Garantía de Depósitos para Caja Castilla- La Mancha y los 1,835 millones adicionales que el FROB estaría dispuesto a aportar si las entidades no lograran recapitalizarse en el mercado. Puesto que no todos estos fondos son públicos, se podría estimar que los recursos que se recaban del contribuyente rondarán los 10.000 millones de euros, apenas el 1% del Producto Interior Bruto, y está previsto que se devuelvan con intereses, coincidieron en resaltar el gobernador y la vicepresidenta económica.

Las pruebas de resistencia cifran en 207.473 millones de euros los deterioros que se producirían en el sistema de crédito español escenario más adverso, equivalente al 7,3% del conjunto de sus carteras. Las provisiones acumuladas permitirían absorber un 34%, y la generación de ingresos de bancos y cajas absorbería otro 48% incluso si su modelo de negocio se viera afectado por la crisis y su margen de explotación experimentara un severo recorte. También ayudará el considerable esfuerzo de capitalización realizado por las entidades en los dos últimos años, concluye el análisis del Banco de España.

Líderes nacionales

Aunque Fernández Ordóñez relativizó las comparaciones entre bancos de unos y otros países por las diferentes condiciones en que se han llevado a cabo las pruebas, los datos hacen posible establecer una clasificación nacional, que en este caso aparece liderada por Banca March con un 19% de capital básico en el escenario más crítico.

En segunda posición aparece BBK, con un Tier I del 14,1% en las circunstancias más críticas, aunque esta posición se verá modificada por la absorción de Cajasur. La entidad cordobesa, antes del rescate, ya manifestaba una necesidad de 208 millones de euros de capital adicional. A continuación figura la guipuzcoana Kutxa, con el 10,1%, que supera por poco al grupo Santander, de mucha mayor dimensión, que ahora aparece en el cuartopuesto al mantener un 10% de Tier I en el escenario de máximo rigor. La quinta posición la ocupa BBVA, que preserva un 9,3% de capital básico en las situaciones de máxima tensión.