La presidenta del Parlamento Vasco, Arantza Quiroga, saluda a los familiares de las víctimas del terrorismo. :: REUTERS
ESPAÑA

El Parlamento vasco rinde el primer homenaje a los ediles asesinados

Los concejales vascos de todos los partidos, salvo de la izquierda 'abertzale', abogan por un futuro sin espacio para la «violencia»

VITORIA. Actualizado: Guardar
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El Parlamento vasco tributó ayer un homenaje inédito a los 24 ediles vascos asesinados por ETA, los GAL y el Batallón Vasco Español, así como a los ediles que desempeñan su labor bajo la amenaza terrorista.

Fue el fruto de un acuerdo alcanzado entre todos los grupos. Miembros del Gobierno vasco, encabezados por el 'lehendakari' Patxi López, representantes municipales y familiares de las víctimas acudieron al acto en el que siete ediles vascos de PP, PSE, PNV, Eusko Alkartasuna, Ezker Batua, Aralar y Hamaika Bat leyeron un manifiesto asimismo consensuado, en el que apostaron por hacer un «ejercicio público de esperanza en una paz verdadera, sin la falsa tutela de las armas» para construir «un futuro en el que no quepa la violencia terrorista y el crimen irracional».

«Defenderemos nuestra democracia, en la que cabemos todos, salvo aquellos que la quieran para imponer su dictadura», señalaron. La cámara vasca cursó invitación a todos los regidores y, pese al rechazo expreso de la presidenta de la institución, Arantza Quiroga, a contar con los que no condenan el terrorismo, la duda sobre si al final acudirían los cargos municipales de la izquierda 'abertzale' no quedó resuelta hasta el inicio del homenaje, con la consiguiente intranquilidad de los familiares de las víctimas, entre los que se encontraba la hija del último edil asesinado por ETA, el socialista Isaías Carrasco, cuyo municipio, Mondragón, está gobernado por ANV.

Los concejales mostraron su «confianza» en lograr una «paz verdadera», un futuro «sin la falsa tutela de las armas» y un final de ETA «sin contrapartidas políticas». Esta última exigencia, fue leída por el alcalde de Amurrio, Pablo Isasi, de Eusko Alkartasuna, quien también asumió este párrafo del manifiesto: «El tiempo y nuestra firmeza como ciudadanos libres han demostrado que este objetivo criminal no se alcanzará nunca, y que es inútil y cruel seguir derramando sangre inocente en un vano intento por para el tiempo de la libertad en Euskadi». Y añadió que «es un clamor en nuestro pueblo la exigencia de que termine ya, de inmediato, sin ningún tipo de exigencias la violencia terrorista de ETA».

El momento más emotivo llegó con la proyección de un vídeo con las fotografías de los 24 ediles víctimas del terrorismo en el País Vasco, entre los que se encuentran el concejal de Astigarraga, Tomás Alba, asesinado por el Batallón Vasco Español en 1979, y el teniente de alcalde de Bilbao, Santiago Brouard, asesinado por los GAL. El resto fueron víctimas de ETA desde 1975.

El homenaje arrancó con la intervención de la presidenta del Parlamento de Vitoria, quien destacó que la clase política vasca «honra hoy sin tapujos la memoria de los ediles desaparecidos y elogia la labor de aquellos que siguen, demostrándoles que estamos a su lado, sin reservas, por fin».

«Su sacrificio no ha sido en vano, y debe ser reconocido», añadió. Tras asegurar que «nunca más permitiremos que nuestros ciudadanos tengan que tragar saliva, impotentes ante la ostentación de sus verdugos», Quiroga advirtió de que «no basta con condenas relativas del terrorismo para ganar legitimidad democrática».

Por otra parte, y según el Euskobarómetro dado a conocer ayer, la gran mayoría de los vascos (71%) no cree que ETA y su entorno quieran abandonar definitivamente la violencia. Addemás, resalta el aumento del rechazo a la banda, incluso en la izquierda 'abertzale', donde el 52% de sus miembros asegura coincidir con los fines de ETA.