Esta imagen tomada a finales de octubre del año pasado muestra algunos de los desperfectos del yacimiento. :: N. R.
Sociedad

Monumentos Alavista no teme a los expedientes anunciados por la alcaldesa

Germán Garbarino dice estar «tranquilo» porque el técnico municipal no se identificó como tal para visitar la Casa del Obispo

CÁDIZ. Actualizado: Guardar
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Tranquilo. A la espera. Nada nuevo en el frente. Germán Garbarino, responsable de Monumentos Alavista, la empresa concesionaria del yacimiento de la Casa del Obispo no teme a las palabras ni a las por ahora acciones futuras anunciadas por el Ayuntamiento al final de la semana pasada. La respuesta municipal a la campaña llevada a cabo por Garbarino para denunciar la demora del pago del arreglo de los desperfectos causados por la obra de Entrecatedrales, no va a amedrentar a los gestores.

Entre otras razones y según ha declarado el responsable, porque tiene la razón a su favor. Según Teófila Martínez, un técnico se personó el jueves pasado para hacer una inspección en el monumento y los que estaban allí impidieron su entrada. Por esta razón, dijo abriría un expediente a la empresa. Pero según Garbarino, ese mismo técnico se negó a identificarse como tal, circunstancia por la que no permitió que el empleado municipal accediese al yacimiento para realizar fotografías a los carteles informativos colocados en las zonas afectadas por la obra del mirador colindante. «No tenemos ningún problema para que entren, pero han de acreditarse para ello», sostiene Garbarino que asegura que ayer mismo se presentaron tres técnicos para realizar el mismo trabajo y que no tuvieron problemas porque hicieron uso de su carné identificativo de empleado municipal.

«Abuso de poder»

Menos miedo aún siente el gerente de la Casa del Obispo ante la supuesta apertura de un nuevo expediente por, en palabras de la alcaldesa, «llevar a cabo prospecciones arqueológicas sin permiso». «El yacimiento está excavado casi en su totalidad y no puede hacerse más por seguridad, no sé qué más podríamos hurgar», comenta el dueño de Monumentos Alavista. Lo único que dice haber hecho es retirar el material de relleno que cubrían las tumbas, un muro del templo romano y parte de la muralla del vendaval. Esto es, «poner en valor y mantener el monumento», aduce.

Germán Garbarino está de doble espera. Además del arreglo de los desperfectos, está pendiente de obtener la licencia para ejecutar la segunda fase de su proyecto para la Casa del Obispo. Para él, la demora de la firma que dé vía libre para acometer esos trabajos es un ejemplo más del «chantaje y abuso de poder que realiza el Ayuntamiento».