CÁDIZ

Cabaña impone un plan de ajuste en Diputación y prescinde de Francisco Aído

Las diferencias entre el presidente de la institución provincial y su jefe de gabinete están detrás de este recorte

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La Diputación recorta gastos. Ese es el mensaje nítido que quiere transmitir el presidente de la institución provincial, el socialista Francisco González Cabaña, después de cesar en el cargo a su jefe de Gabinete, Francisco Aído, padre de la ministra de Igualdad, Bibiana Aído. Cabaña tiene previsto además reducir el número de asesores y prescindir de, al menos, tres cargos de confianza.

Este plan de ajuste se produce días después de que el Gobierno anunciara recortes en los ayuntamientos y sale a la luz justo el mismo día en que el Congreso aprobaba el decreto para reducir el déficit público. González Cabaña presentó en julio de 2007 la nueva estructura de Diputación tras la victoria electoral del PSOE en las municipales de ese año. Así, uno de los objetivos de la nueva organización era unificar áreas para hacer más ágil la gestión. Igualmente, redujo los cargos de confianza, que pasaron de trece, en la pasada legislatura, a doce.

Sin embargo, detrás del plan de ajuste que ha consumado el presidente Cabaña hay un trasfondo político de gran calado. Las diferencias entre Cabaña y su jefe de Gabinete, Francisco Aído, eran un secreto a voces. Los dos han mantenido una estrecha colaboración política y una fuerte relación personal desde hace décadas. Ambos forman parte de la cuna del socialismo gaditano, gestado en La Janda. Sin embargo, las diferencias surgieron tras el proceso que ha llevado a José Antonio Griñán a la secretaría regional del partido. La entrada de Griñán a la dirección socialista ha significado un aire renovador en los puestos directivos del partido que no se ha traducido en Cádiz. No hay que olvidar que Cabaña rechazó un puesto en la ejecutiva regional por seguir con el bastón de mando en la secretaría provincial del PSOE, en la Alcaldía de Benalup y en la presidencia de Diputación.

Todo apunta a que Aído se ha manifestado en público contra esta actitud y se ha pronunciado en favor de un cambio generacional en Cádiz de la mano de gente más joven. Su hija, la ministra Bibiana Aído, era una de las firmes candidatas que se barajaban para gestionar el partido en la provincia. No ha podido ser.

La relación González Cabaña-Francisco Aído se ha roto. El primero ha dejado de tener confianza, precisamente, en uno de sus cargos de confianza. Aído asumió la jefatura del Gabinete de la Presidencia en 2004, justo cuando González Cabaña se hizo con el sillón de la Diputación.

El cese fue comunicado el pasado lunes. Hasta ahora, Francisco Aído ocupaba un despacho en la zona noble de Diputación junto al del presidente González Cabaña. Desde ayer, su nuevo destino es el de asesor y comparte despacho con el también asesor y coordinador de Presidencia, Gonzalo Pando. Con este movimiento, Francisco Aído pierde el plus económico como jefe y pasa a ocupar el despacho que hasta entonces regentaba Olga González, portavoz del Gobierno en Diputación y responsable del área de Comunicación y Coordinación Política. Así, Olga González es ahora la mano derecha del presidente y se sienta en la silla que ha dejado libre Francisco Aído.

El padre de la ministra Aído deja de tener poder en Diputación y, al mismo tiempo, ya no lleva la agenda del presidente González Cabaña. Su salida de la Presidencia ha creado un gran revuelo.