LA PARCELITA

EN CÁDIZ HAY QUE MORIR

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Como ya saben la semana pasada se ha celebrado en nuestra ciudad el Congreso de la Sociedad Española de Cirugía Implanto Refractiva. Han acudido más de mil oftalmólogos para poner al día nuestros conocimientos. Anecdóticamente, les comentaré que aquí no se celebraba un encuentro de oftalmólogos así desde 1952 y después de cincuenta y ocho años hemos vuelto a ser anfitriones. La disposición y entrega de mi amigo y compañero el Dr. Pedro Caro lo han hecho posible. Desde estas líneas, mis más efusivas felicitaciones. Gracias a estas jornadas he podido comprobar varias cosas. Contamos con un Palacio de Congresos que funciona a las mil maravillas. Su ubicación, en un edificio de singulares características, es de lo mas acogedor. Se pueden mejorar algunas cosas pero, en líneas generales, ha respondido con creces a las expectativas esperadas. No tiene nada que envidiar a otros que, a lo largo de mi vida profesional, he podido visitar tanto en nuestro país como en el extranjero y así lo han ponderado todos los asistentes. Otro aspecto a destacar es el beneficio que supone eventos de estas características para la ciudad. Los hoteles han estado repletos, los restaurantes se han visto invadidos de congresistas ávidos de consumir los productos de la tierra y, aunque no lo crean, el sábado por la mañana encontré a muchos compañeros adquiriendo atún y diversos productos en nuestro nuevo mercado central. Me he sentido orgulloso de mi ciudad. Paseando por El Pópulo, el centro, La Viña etc., sirviendo de cicerone para algunos de nuestros visitantes, solo he oído de ellos comentarios elogiosos y palabras de admiración ante la situación actual de nuestra tacita. Las calles, las plazas y su gente han sido admiradas por todos. Habrá detractores, no lo dudo, pero, en Cádiz hay que morir.