Crónica de una salida anunciada desde hace dos años y medio

La marcha de FCC, propietaria de la concesionaria Cojetusa, se materializará en breve, pero es un realidad y un secreto a voces desde hace ya dos años y medio. Y es que fue en noviembre de 2007 cuando la empresa propiedad de Esther Koplowitz y su socia francesa, Veolia, formalizaron una importante operación de compra-venta para deshacerse de la matriz Corporación Española de Transportes (CTSA), que quedó en manos de la firma británica Doughty Hanson. Con esta transacción, los dueños de CTSA tenían la intención de deshacerse de todos sus activos en el sector del transporte de viajeros por carretera, ya que su interés por esta vía de negocio tiene los días contados. Sin embargo, no pudieron cumplir al 100% su objetivo, ya que en la transacción que se llevó a cabo estaban incluidas todas las concesiones de CTSA (un total de 13) menos una, la de Jerez, que no pudo entrar en la operación debido a la abultada deuda que mantiene el Ayuntamiento de la localidad con sus dueños (supera ya los 25 millones de euros) y que la hacía poco atractiva para los compradores. Ése fue el punto y final para FCC, que desde ese momento dejó de interesarse y, sobre todo, de invertir en la concesionaria jerezana, lo que ha provocado la degeneración del servicio.