Entrada al Hospital Carlos III, completamente desierta esta noche

La auxiliar contagiada por ébola se encuentra estable dentro de la gravedad

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La auxiliar de enfermería afectada por el virus del Ébola, Teresa Romero, permanece esta mañana estable dentro de la gravedad, según han informado fuentes del Hospital Carlos III, donde otras trece personas permanecen aisladas tras ingresar estas últimas horas siete más de forma voluntaria.

El agravamiento del estado de la sanitaria de 44 años de edad se conoció ayer tras la llegada al hospital de José Ramón Romero, que transmitió a la prensa malas sensaciones, que posteriormente fueron confirmadas por responsables del hospital.

Si ayer su hermano, José Ramón Romero, transmitió a la prensa este empeoramiento, hoy ha lamentado que el consejero de Sanidad madrileño, Javier Rodríguez, quiera "escurrir el bulto" y ha puesto en duda que su hermana no informase a sus médicos de que podía tener riesgo de haber contraído el virus.

En declaraciones a Antena 3, Romero ha afirmado no tener información detallada del estado de salud de su hermana. Además, se ha mostrado convencido de que en los días previos a ser ingresada Teresa tenía sospechas de que podía padecer la enfermedad, y por eso duda de que no informase a sus médicos: "Me cuesta mucho creerlo".

Así, cree que cuando el consejero madrileño acusa a su hermana de haber ocultado información y apunta a que pudo cometer un fallo, el responsable recurre "a lo fácil, a escurrir el bulto". A su modo de ver, está claro que ella "ha podido tener algún fallo", pero ha recordado que en todo el proceso ha participado más gente, empezando por los que decidieron repatriar a los misioneros que se infectaron en África. Romero no cuestiona esa decisión, pero subraya que quienes la tomaron "sabían que se exponían a que esto pudiera pasar".

El hermano de la auxiliar, quien también entrado en directo a Telecinco, ha explicado que ha estado en contacto con el marido de su hermana, Javier Lillo, pero que ya no puede ponerse en contacto con él porque tiene el teléfono apagado. En cuanto a la situación de su hermana, admite que el sábado su hermana le advirtió que no acudiera a verla porque no se encontraba bien. "Me dio a entender que estaba mala y podía tener lo que tenía", ha afirmado.

Romero, quien no ha querido dar ningún dato sobre su profesión, ha confirmado que ha sido despedido después de que se conociera su relación familiar con el primer contacto de ébola fuera de Africa. "He sido despedido en el momento de haber pasado esto", ha aclarado.

Los ingresados

Además de Teresa Romero, otras trece personas permanecen ingresadas en el centro hospitalario en el que el único caso confirmado de contagio por ébola sigue siendo el de la auxiliar. Existe otro caso en investigación, una enfermera pendiente de la segunda prueba PCR sobre contagio del virus cuando se cumplan las 72 horas del primer test, en el que ha dado negativo y que está asintomática.

La pasada noche se produjo el ingreso de siete personas y el alta de otra permaneciendo en la planta de vigilancia activa de contactos de alto riesgo tres personas: el marido de la enfermera, el médico que la atendió en el Hospital de Alcorcón y la doctora que la asistió en el centro de salud. Todos ellos asintomáticos.

En la mañana de ayer ingresaron otros dos médicos, un facultativo de Alcorcón (asintomático) y uno del SUMMA (asintomático), a los que hay que sumar los siete ingresos de la noche (5 mujeres y 2 hombres). Se trata de dos enfermeras, una médico, un enfermero supervisor, un celador y dos peluqueras, todos ellos asintomáticos.

El alta corresponde a un enfermero del equipo cuya segunda prueba PCR resultó negativa.

Fuentes hospitalarias han confirmado que se ha habilitado la cuarta planta del Carlos III para facilitar el descanso de todo el personal médico que atiende a Romero y al resto de personas ingresadas, mientras que las quinta y la sexta están reservadas a la atención de los casos sospechosos.