Al Maliki renuncia y reconoce a Abadi como primer ministro iraquí

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El primer ministro saliente de Irak, Nuri al Maliki, renunció este jueves a su objetivo de revalidar un tercer mandato, con lo que deja vía libre al nuevo primer ministro, Haidar al Abadi, quien deberá enfrentarse a la ofensiva de los yihadistas del Estado Islámico (EI).

Desde el 8 de agosto, Estados Unidos apoya a las fuerzas iraquíes y kurdas en su lucha contra los yihadistas con bombardeos en el norte del país, que lograron romper el asedio del EI en el monte Sinjar, donde se refugiaban miles de personas, anunció el presidente de Estados Unidos, Barack Obama. «La situación en las montañas mejoró (...) hemos roto el asedio del EI en el monte Sinjar y hemos salvado muchas vidas inocentes», aseguró Obama, quien precisó que el ejército estadounidense continuará los ataques aéreos contra los yihadistas en el norte iniciados el 8 de agosto.

«No creemos que haya otra operación para evacuar gente de la montaña y por eso es poco probable que necesitemos continuar los lanzamientos de ayuda humanitaria hacia la montaña», subrayó. La Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) estimó hace algunos días en decenas de miles el número de desplazados en el monte Sinjar, en su mayoría de la minoría kurdohablante de los yazidíes.

No obstante, el Pentágono indicó este jueves que entre unos 4.000 y 5.000 yazidíes, considerados como «adoradores del diablo» por los yihadistas, se encontraban actualmente en las montañas, si bien unos 2.000 podrían vivir allí, según las estimaciones de soldados estadounidenses. La crisis en Irak parece reconducirse en el plano político. Maliki, quien aspiraba a un tercer mandato, renunció a su objetivo en favor de Abadi.

«Anuncio hoy ante ustedes (...) la retirada de mi candidatura en favor del hermano Haidar al Abadi», declaró Maliki en una comparecencia conjunta con su sucesor. Un portavoz del primer ministro saliente confirmó poco antes a la AFP que este retiraría también la demanda interpuesta contra el presidente de Irak, Fuad Masum, por encargar al nuevo primer ministro formar gobierno.

Maliki ya no contaba con el apoyo ni de Washington, que instó a Abadi a formar un gobierno de unidad nacional, ni del influyente clérigo chiita, el ayatolá Ali al Sistani, ni de Irán.Los países occidentales buscan la formación rápida de un gobierno de unidad que haga frente a la fulgurante ofensiva lanzada el 9 de junio por el Estado Islámico, que proclamó un «califato» en los territorios bajo su control en Irak y en Siria.

Desde hace una decena de días, los yihadistas han avanzado hacia la región autónoma del Kurdistán iraquí, lo que ha provocado la huida de decenas de miles de miembros de las minorías cristiana y yazidí en sus ciudades, en Sinjar y en Qaraqosh, que cayeron en manos del EI. Los peshmerga (combatientes kurdos) intentan frenar su avance.

En la ciudad kurda de Dohuk, varios de los desplazados, que encontraron refugio después de huir vía Siria, narran lo sucedido en sus pueblos, tras la llegada de los yihadistas, quienes expulsaron a los yazidíes, mataron a los jóvenes y secuestraron a las mujeres.

«Decían a la gente que o abrazaban el islam, su islam, o morirían», explica Hamid Kurdo, quien precisa que les dieron 72 horas para elegir.

La comunidad internacional intensifica por su parte sus esfuerzos para entregar ayuda humanitaria -agua potable, víveres y material médico- a las personas desplazadas en el noroeste del país, así como armas y material a las fuerzas kurdas. Tras Estados Unidos, Francia anunció que entregaría «armas sofisticadas» en las próximas horas y Londres aseguró que transportaría las de terceros países. Asimismo, el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas tiene previsto el viernes acordar medidas contra los yihadistas en Irak y en Irak, mientras que los jefes de la diplomacia de la Unión Europea abordarán ese mismo día en Bruselas en una reunión de emergencia el conflicto en Irak.