La fiebre del 'soccer'

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Son las 16:00 horas de un caluroso 1 de julio en Nueva York. Miles de personas, ilusionadas, se agolpan frente a una pantalla gigante para ver en directo el partido de la selección norteamericana. No se trata de LeBron James, Carmelo Anthony y compañía. No. Michael Bradley, Clint Dempsey y el resto de jugadores que dirige Jürgen Klinsmann, también son capaces de enganchar hasta al mismísimo Barack Obama a un deporte que era incapaz de hacerle sombra al baloncesto, al béisbol o al fútbol americano hace muy poco tiempo.

Dos horas y media más tarde, el árbitro Djamel Haimoudi, decreta el final del partido entre Estados Unidos y Bélgica. Las caras largas de los ciudadanos norteamericanos contrastan con la de los europeos, pura euforia tras el ajustado 2-1. Tiempo atrás, esos tres pitidos hubiesen supuesto el adiós al interés mediático de un deporte que, en el mejor de los casos, remontaría ante la proximidad de un nuevo torneo internacional.

Sin embargo, un mes después, parece que la consolidación del ‘soccer’ va por buen camino. Los diez partidos disputados durante el sábado pasado, seis de la Major League Soccer y cuatro de la International Champions Cup, tuvieron mejor afluencia de público que los 15 encuentros de béisbol disputados el mismo día. La media de espectadores que acudieron al fútbol se sitúo en 36.317 personas, mientras que al béisbol acudieron 34.179 espectadores. Eso es al menos lo que asegura el editor de la revista ‘Soccer America’, Paul Kennedy.

Cierto es que la media de aficionados al fútbol subió gracias a los 109.318 que presenciaron en directo la derrota del Real Madrid ante el Manchester United (3-1) en Michigan, y a los 69.364 que acudieron a Charlotte para ver la victoria del Liverpool sobre el AC Milan (2-0). Pero cierto es también que el dato sigue siendo favorable al fútbol incluso en categoría femenina. Que 19.123 personas se den cita en Portland para ver un partido de la 'National Women's Soccer League', es mucho más de los seguidores que consiguen movilizar la mayoría de los equipos femeninos españoles durante toda la temporada.

El Madrid - Manchester United estableció, además, un nuevo récord de asistencia en las gradas de un estadio norteamericano para presenciar un partido de fútbol. Entre las camisetas blancas y rojas de ambos equipos, era posible distinguir las de la Major League Soccer que, poco a poco, comienzan a hacerse un hueco entre los fans. Los buenos datos también se trasladan a las audiencias televisivas. Las finales de la NBA obtuvieron ‘solo’ 10 millones de espectadores frente a los casi 25 millones que vieron el Portugal - Estados Unidos del pasado Mundial.

Pese a lo positivo de estas cifras y el innegable auge del fútbol en Norteamérica, la realidad del campeonato local está lejos de acercarse a las poderosas ligas europeas o a los apasionantes torneos sudamericanos. La llegada de estrellas como David Villa, Thierry Henry o David Beckham, pueden resultar lo suficientemente atractivas como para reforzar el interés del aficionado a la competición doméstica y, de paso, establecer las futuras bases para que los Estados Unidos conquisten el planeta fútbol.