Entrenador y jugadores del Córdoba celebran el ascenso. / EFE

El Córdoba, a Primera entre incidentes en Gran Canaria

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El Córdoba se convirtió este domingo en nuevo equipo de Primera División entre lamentables incidentes en el estadio de Gran Canaria. Con un gol 'in extremis' del mexicano Uli Dávila en el minuto 93, en los últimos segundos del tiempo añadido del decisivo partido de vuelta de la eliminatoria contra Las Palmas, que acabó en escándalo, el Córdoba consiguió, 43 años después, el ascenso a la máxima categoría, y frustró así el reencuentro del equipo canario con la élite. Cientos de aficionados de Las Palmas invadieron el terreno de juego a un minuto y medio del final del encuentro, para festejar el ascenso momentáneo del conjunto insular y en la reanudación el Córdoba logró en la recta final un gol histórico que provocó la ira de los hinchas locales.

Con el partido finalizado (1-1) y el Córdoba ya en Primera, se produjeron incluso algunas agresiones de violentos seguidores de Las Palmas a futbolistas de su propio equipo, y lanzamientos de sillas desde la grada por parte de algunos aficionados a otros, también del conjunto insular, que se encontraban en la parte inferior del estadio. Les consideraban culpables de haber descentrado al equipo con su invasión y de mantener al equipo en Segunda. Tras el 0-0 del encuentro de ida en el Arcángel, a Las Palmas le hubiera bastado con otro empate sin goles para subir a Primera, por haber acabado por delante del Córdoba la temporada, y con el tanto marcado por Apoño en el minuto 48 acarició el ascenso, hasta que en la última jugada del partido Uli Dávila devolvió al equipo verdiblanco a Primera, mantuvo a los canarios en el 'infierno' y provocó los graves incidentes.

El choque estuvo durante unos minutos detenido como consecuencia de la invasión de campo de los hinchas locales que decidieron celebrar prematuramente el regreso a Primera con el triunfo parcial de Las Palmas. El árbitro, José María Sánchez Martínez, amenazó con la suspensión del encuentro, ya que los seguidores locales no dejaron de saltar a la pista de atletismo del estadio cuando el partido aún estaba en juego. La suspensión definitiva por invasión del terreno de juego hubiese perjudicado a Las Palmas y, una vez que el colegiado decidió que continuase el partido, el Córdoba, dirigido por el exazulgrana Albert Ferrer, se aprovechó en el último minuto de un error del portero Barbosa a remate del exmadridista Raúl Bravo que fue remachado por Uli Dávila y llenó de indignación y lágrimas el estadio de Gran Canaria.

No dio tiempo para más. El trío arbitral debió irse a la carrera a los vestuarios protegido por la policía, mientras los aficionados de Las Palmas más violentos la emprendían a golpes con algún futbolista y se pegaban entre ellos, sobre el terreno de juego y en las gradas. También lanzaron objetos a las fuerzas de Seguridad, dando una vergonzosa imagen en un estadio insular que se llenó, con la presencia de 31.240 aficionados, entre ellos, un grupo de seguidores cordobeses que no pudieron celebrarlo como hubieran deseado. La última vez que el Córdoba ascendió a Primera fue en 1971 (cuarto tras el Betis, el Burgos y el Deportivo) y entonces se mantuvo sólo una temporada entre los grandes, ya que terminó penúltimo en la campaña 1971-72. Ahora acompaña de nuevo al Deportivo, y también al Eibar, mientras Las Palmas seguirá llorando y lamentándose en Segunda.