Simeone gesticula durante un partido de 'Champions'. / Eddie Keogh (Reuters)

«No es Cholo un sueño»

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Antes de convertirse en el héroe más aclamado por los cerca de 2.000 aficionados del Atlético que invadieron la fuente de Neptuno para celebrar el histórico pase a la final de la Champions y por los cientos de seguidores presentes de madrugada en el aeropuerto de Barajas para recibir el avión rojiblanco, Diego Pablo Simeone quiso inmortalizarse sobre el césped de Stamford Bridge. La foto privada del Cholo que le hizo su jefe de prensa en el estadio del Chelsea con las gradas ya vacías y que desde la noche del miércoles figura en el móvil particular del técnico argentino es una de las grandes imágenes que ha dejado el memorable partido del Atlético en Londres, junto a las instantáneas de los futbolistas con camisetas con el lema: «Juega cada partido como si fuera el último». También queda para la posteridad la frase de Simeone que cerró su conferencia de prensa en la capital inglesa antes del regreso a Madrid, aparte de los encendidos elogios de los medios de comunicación.

«Quiero agradecerle a las mamás de estos jugadores que tenemos en el Atlético de Madrid porque los hicieron nacer con unos huevos así de grandes», sentenció Simeone, extendiendo sus manos como si aludiese a huevos de avestruz, antes de abandonar la sala de prensa de Stamford Bridge, mientras el intérprete traducía «big cojones» y provocaba la carcajada generalizada de la prensa mundial.La misma que este jueves se rindió ante un equipo único, engrandecido por el espíritu de su entrenador y que asombra al planeta por su carácter y fútbol tras clasificarse para su segunda final de la Copa de Europa 40 años después.

Simeone ha inculcado una fe infinita a los suyos y ha hecho mejor a cada uno de sus jugadores, que ya se han ganado el derecho a ilusionarse e ilusionar a la parroquia rojiblanca con un doblete Liga-Champions. Hace tres temporadas, en diciembre de 2011, el Atlético de Goyo Manzano era eliminado de la Copa por el Albacete de Segunda B y en la Liga deambulaba cerca del descenso, con seis futbolistas que fueron titulares en Londres: Juanfran, Miranda, Godín, Filipe Luis -la defensa al completo-, Koke y Adrián, además de que el capitán Gabi, sancionado en la vuelta de semifinales, también dirigía en el campo aquel equipo hundido al que el Cholo ha convertido en ganador. El único que no ha perdido un partido en esta Liga de Campeones y que se ha exhibido -no sólo defendiendo, sino tocando y mandando- y ha eliminado en los cruces a tres equipos que suman 12 grandes títulos (siete el Milan, cuatro el Barça y uno el Chelsea), aparte de despedir a otro bicampeón de Europa (el Oporto) en la fase de grupos.

«Real Atlético»

«No es Cholo un sueño», apuntó el ingenioso diario argentino Olé, mientras La Gazetta dello Sport recurrió a otro juego de palabras para titular en su portada: «Sime One». Acompañaba al nombre que recuerda al ‘Special One’ del humillado Mourinho una fotografía del técnico rojiblanco eufórico, con los puños apretados y la mirada al cielo de Londres. «Se esperaba mucho de José Mourinho, pero sobre todo se vio a Diego Simeone», reconoció el diario L’Equipe, que tituló: «Real Atlético», en alusión a la que será la segunda final española en la Copa de Europa y la primera entre equipos de una misma ciudad.

Tras la contundente victoria rojiblanca ante el Chelsea, fiel a su estilo, Simeone volvió a felicitar y abrazar a cada uno de sus jugadores, a quienes, con su repetida frase de «partido a partido» y la posterior de «final a final», ha dotado de una mentalidad indestructible, e insistió en la necesidad de pensar y centrarse en el trascendental partido liguero del domingo ante el Levante. Ahora el Atlético está convencido de que el fútbol le debe una, la que le hizo llorar ante el Bayern en la final de 1974 que arruinó la Copa de Europa que estaba ganada tras el gol de Luis Aragonés. En el vuelo de regreso de Londres los futbolistas ya lucieron las nuevas camisetas rojas con una leyenda que lo resume todo, similar a la que mostraron en la final de Copa conquistada el pasado año en el Bernabéu: «Ser campeón no es una meta, es una actitud». Antes de las semifinales de la Liga Europa de 2012, frente al Valencia, el club ya lanzó una iniciativa para motivar a la afición: «Mientras otros duermen, nosotros soñamos». Entonces llegó, en la final de Bucarest ante el Athletic, el primer título de la gloriosa era Simeone. Sólo dos años después el Atlético está a tres finales de dos coronas que antaño eran una utopía: dos en la Liga frente al Levante y el Málaga y la de la lucha por el trono europeo del 24 de mayo. Mérito de Simeone y de unos futbolistas convencidos por el Cholo.