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El líder de la célula defendió en un manifiesto en Málaga el trato de los taliban a las mujeres

Mustafá Maya Amaya encendió a la comunidad islámica al colgar un panfleto en 2001 en una mezquita de la capital malagueña

MADRID Actualizado: Guardar
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Mustafá Maya Amaya, el líder de la célula de captación de muyahidines desarticulada en Melilla y Málaga, era un viejo conocido de la policía y de la comunidad islámica de la Costa del Sol, donde había protagonizado ya varias polémicas por su radicalismo.

La más sonada tuvo lugar en octubre de 2001 cuando colgó en una en una mezquita de la calle San Agustín de Málaga, ciudad en la que residió antes de marcharse a Melilla, un panfleto en el que defendía el trato vejatorio que los taliban dan a las mujeres en Afganistán. La Asociación Islámica criticó con dureza a Maya, obligó a retirar el incendiario manifiesto que hacía apología de la violencia contra las mujeres y llegó a denunciar al radical por ocupar el inmueble religioso.

El yihadista llegó a comparar el burka de las mujeres afganas con el traje de gitana y la peinetas y defendía que las féminas tuvieran prohibido salir de sus casas para que así no pudieran ser secuestradas o violadas.