Obras de arte sobre ruedas

Desde el más modesto de nuestros clásicos más populares, hasta los más elegantes y elitistas deportivos propiedad de unos pocos privilegiados. Motores de dos, tres, cuatro, seis, ocho, doce cilindros... Todos tienen cabida en la quinta edición de Classic Auto, salón dedicado al automóvil clásico y de colección que se celebra en el Pabellón de Cristal de la Casa de Campo de  Madrid.

En esta nueva cita, y bajo la denominación Hecho en España, en la exposición se pretende destacar el papel que han jugado los vehículos fabricados en nuestro país por las distintas marcas. Dos claros ejemplos los ponen el Renault 4L, automóvil íntegramente montado en Valladolid, y el Simca 1000, fabricado en España por Barreiros.

En otro lugar de la muestra, se encuentra un lugar destacado para el nombre Ibiza, que también ha cumplido años. 30 para ser exactos. Se trata del vehículo que Seat lanzó en 1984 con el modelo 1.5 GLX, y que se ha convertido en el más vendido de la historia de la marca. El Ibiza con el número de bastidor 1 se encuentra expuesto en un estado de conservación que le mantiene tal y como salió de fábrica.

Y en cuanto a los vehículos de dos ruedas nacionales, las cinco Bultaco MK15 son los últimos prototipos existentes que la marca propuso antes de su desaparición. Como es evidente, y aunque llegadas del otro lado del charco, las Indian y Harley-Davidson mostradas en distintos stands también dejan bien marcado el territorio al que pertenecen.

Sin embargo, la verdadera joya del salón aparece bajo la marca del caballo alado: Pegaso. Un impresionante modelo Z102 de 1954 único en el mundo, de sobrio color negro y que perteneció al duque de Osuna, ha vuelto a Madrid 60 años después, presidiendo el stand del expositor Juan Lumbreras.

Classic Auto se ha afianzado a lo largo de los años como un referente en este tipo de exposiciones que, junto con Auto Retro en Barcelona, y Motor Época en Valencia, representan la réplica española a los máximos exponentes europeos, como la francesa Retromobile y la legendaria Techno Classica que se celebra en la ciudad alemana de Essen. Con cerca de 300 expositores de todo el mundo, se esperan más de 30000 visitantes a lo largo del fin de semana, según asegura Pablo Elvira, director de ClassicAuto.

Complementan a la exposición estática interior varias concentraciones de clubes y asociaciones de distintas marcas que se van sucediendo frente al Pabellón de Cristal, así como pruebas de habilidad y celebraciones deportivas. Además, el mercado de segunda mano, las piezas de recambio (tan necesarias como escasas y no siempre a precios populares) las publicaciones especializadas y el merchandising en general, complementan una feria que se ha convertido un buen punto de encuentro para todos aquellos que quieran volver a disfrutar de aquellos viejos y queridos cacharros.