'Photo finish' de la final de 15 km con salida en masa que ganó Svendsen (d) por delante de Fourcade. / Reuters
sochi 2014

La maldición se cumple y Eguibar se conforma con el único diploma olímpico

El ‘rider’ donostiarra ganó todas las series pero una caída en la semifinal le impide aspirar a las medallas

MADRID Actualizado: Guardar
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La medalla olímpica para la delegación española estuvo cerca. Lucas Eguibar dominó los octavos de final y los cuartos, pero en la semifinal tropezó con el canadiense Kevin Hill, quien aterrizó mal justo delante de él. Entonces el ‘rider’ vasco se despidió de una opción no tan alejada, como demostró al vencer en la final de consolación y lograr el diploma olímpico. Así, el donostiarra se sumó a la maldición del ‘snowboardcross’, la que impidió a Jordi Font una medalla en 2006. En los Juegos Olímpico de Invierno de Turín el catalán alcanzó la final pero un choque con Jasey Jay Andersson, un canadiense –otro paralelismo-, le colocó en el cuarto puesto de los cuatro finalistas. «Recuerdo que salí del colegio corriendo para llegar a casa y ver esa final», reconoció Eguibar antes de acudir a Sochi. Como Font, ‘Luki’ también compitió lesionado, aunque dominó con autoridad cada manga hasta el incidente en su querida segunda calle.

«Me deja satisfecho porque he venido con el talón tocado. Hoy me dolía mucho pero he salido adelante. Sabía que podía estar en la final pero esto es el ‘snowboardcross’. Creo que la gente tendría que mirar lo que pudo pasar. Me han visto adelante. Con eso se tiene que quedar la gente. He tenido una mala caída y he chocado», reclamó Eguibar a su llegada a meta. Allí celebró el único diploma español de Sochi 2014 y se lo dedicó especialmente a su hermano, quien cinco meses antes sufrió un accidente de motocicleta y se recuperó apenas dos meses antes de la competición. «Después de lo que hemos pasado, ha sido duro para mí», dijo Eguibar mientras se le escapaban las lágrimas en su dedicatoria. El vasco dejó de entrenar mientras su hermano no despertó y en Rusia regresó para lucir un excelente resultado.

Otro ‘rider’ español también sucumbió a la maldición en el ‘'snowboardcross'. El ceutí Regino Hernández marchaba en la segunda plaza en su ronda de cuartos de final cuando se cayó sin nadie alrededor. «He salido bastante mal, iba sexto pero he empezado a recuperar y cuando he adelantado al tercero para ponerme detrás de Lucas he tenido un pequeño fallo y me he ido», explicó quien no logró un puesto entre los tres primeros puestos que se clasificaban para la siguiente fase. El tercer español participante, Laro Herrero, ni siquiera pasó los octavos. «Me he equivocado, tenía que ser más paciente, he querido correr más de la cuenta y he ido haciendo errores hasta que en un salto me he caído y ahí se acabó la carrera para mi», dijo el cántabro.

El oro de la prueba se lo colgó el francés Pierre Vaultier, triple vencedor de la Copa del Mundo (2008, 2010, 2012). La plata fue para el ruso Nikolay Olyunin y para el bronce el estadounidense Alex Deibold en una jornada que se había pospuesto un día por la niebla y terminó accidentada para muchos de los favoritos: el austríaco Marcus Schairer y los estadounidenses Nate Holland y Nick Baumgartner fueron eliminados en octavos y el bicampeón mundial, el australiano Alex Pullin, en cuartos.

Fourcade, aspirante a rey

Por otra parte, el biatlón volvió a dar una jornada de gloria a Sochi aunque Ole Einar Bjoerndalen arruinó su primera posibilidad de convertirse en el atleta con más medallas en unos Juegos Olímpicos de Invierno. El noruego falló cuatro disparos en el último punto cuando marchaba a escasos segundos del trío de cabeza y se descolgó hasta terminar en el puesto 22º.

No obstante, la lucha por el oro se desarrolló tan manera tan igualada que se decidió en la ‘photo finish’. Emil Svendsen calculó hasta el milímetro su ventaja para evitar el tercer oro de Martin Fourcade bajo una intensa nevada. La remontada al sprint del francés le situó con el mismo tiempo en la meta, pero el noruego se impuso por un cuerpo de ventaja. «Podría haber mirado y haber perdido el oro, pero le tuve bien controlado. Sabía que lo lograría. Parecía más cercano de lo que realmente estaba», aseguró Svendsen con la medalla, aunque reconoció que tras mirar la ‘photo finish’ le sorprendió «lo cerca que llegó» su rival.

A pesar del segundo puesto, Fourcade se ha erigido uno de los triunfadores de los Juegos. El francés que reside en la frontera pirenaica ganó la persecución de 12,5 kms y la individual de 20 kms, después de debutar en un sexto puesto en el sprint de 10 kilómetros y aspira a ser el rey de los Juegos. El de Céret, de 25 años, logró una de plata en los 15 kilómetros con salida en Vancouver 2010, ha ganado cuatro veces el título mundial y todavía cuenta con dos oportunidades adicionales en los relevos de hombres y mixtos para igualar el récord de medallas de oro para un atleta francés en una sola edición de los Juegos (tres logró Jean-Claude Killy en Grenoble 1968).

Invierno y verano

La jornada acabó con otro punto histórico. Lolo Jones, cuarta en la final de 100 metros vallas en Londres 2012, debutó en Sochi y pasó a formar parte de los escasos deportistas que han competido en los Juegos Olímpicos de verano y de invierno con cierto éxito. Con Jazmine Fenlator acabó en la undécima posición del dúo por equipos y este martes tendrá posibilidades para mejorar su clasificación final. «Es absolutamente diferente, no hay presión», afirmó Jones, quien tampoco pudo lograr medalla en China 2008 porque tropezó con el último obstáculo. Mejor le fue a su compañera de hitos Lauryn Williams, plata en los 100 metros en Atenas 2004 y oro en el relevo de 4x100 en Londres. La prueba de invierno parece acercar una nueva hazaña porque logró el mejor tiempo de las dos primeras mangas con Elana Meyers. Fue precisamente Lolo Jones quien animó a Williams para que compitiera en bobsleigh. «Pregunté por curiosidad y se entusiasmó. Me dijo ‘¿Sabes qué Lauryn?, Puedes hacerlo también. Ellos te enseñarán. Ve a por todas», aseguró Williams. A juzgar por el primer puesto de su compañera, Jones podría sumar a sus méritos deportivos sus capacidades para la adivinación.