ARTE | EXPOSICIONES

Regoyos, de la oscuridad a luz

El Thyssen recorre la solitaria aventura impresionista de Darío de Regoyos cien años después de muerte del pintor

MADRID Actualizado: Guardar
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Un viaje de las tinieblas y el oscurantismo de la España negra a la luminosidad de sus paisajes. Así cabe leer la exposición con la que el museo Thyssen-Bornemisza redobla su apuesta por el impresionismo y rescata, junto a la de Cézanne, la aventura creativa de Darío de Regoyos (Ribadesella, 1857-Barcelona, 1913), el único impresionista puro del arte español «obsesionado» con la luz y el paisaje pro que «no ha sido puesto en valor en la medida suficiente», según el director del Thyssen Guillermo Solana.

La muestra, que reúne más de un centenar de piezas, se concibió para conmemorar el primer centenario de la muerte del pintor. Es algo menos extensa que la ofrecida por el Museo de Bellas Artes de Bilbao, donde inició un periplo que, tras su paso por Madrid, concluirá en el Museo Carmen Thyssen de Málaga, coproductor de la exposición con los otros dos museos.

Juan San Nicolás es el comisario de la muestra que recorre todas las etapas de Regoyos, formado en Madrid y Bruselas, simbolista de primera hornada y que tras subirse al carro del puntillismo a su paso por Francia, Bélgica y el Reino Unido, abrazó el impresionismo casi como una religión hasta convertirse en el máximo representante del movimiento en España «Quiso expresar es su obra la impresión inmediata que produce la apariencia de las cosas, la fugacidad de los efectos de la luz y la presencia rotunda de las sombres» resume el comisario.