Sean Connery, en la piel de James Bond, tomando un dry martini. / R. C.
tras analizar doce novelas

James Bond, sin 'licencia para beber'

Un estudio publicado en el 'British Medical Journal' concluye que el elevado consumo de alcohol del agente, que cuadruplica los niveles tolerados, podría causarle la muerte

MADRID Actualizado: Guardar
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El agente secreto más emblemático de la cultura popular podría tener los días contados. Es la conclusión alcanzada por tres médicos británicos que, tras analizar minuciosamente doce de las novelas protagonizadas por James Bond, han resuelto que su "desorbitado" consumo de alcohol conlleva un enorme riesgo de desarrollar enfermedades hepáticas.

Según el estudio publicado en el 'British Medical Journal', boletín oficial de los facultativos británicos, el personaje creado por Ian Fleming consume diariamente una dosis de alcohol que cuadruplica la cantidad máxima tolerada en un hombre adulto. Concretamente, en las doce obras han contabilizado un total de 1.150 unidades de alcohol ingeridas por Bond, equivalentes a ocho gramos de alcohol puro, "siempre en acto de servicio", precisan los doctores.

Descontando los días que permaneció bajo arresto o convaleciente tras alguna misión complicada, en los que presuponen que el ilustre servidor de la Reina permanece sobrio, el estudio estima la ingestión de una media de 736 gramos de alcohol semanales. La Organización Mundial de la Salud sitúa el listón de la moderación en 210 gramos -unas tres copas de vino diarias-, determina como "arriesgado" un consumo superior a 280 gramos y "altamente nocivo" por encima de los 430 gramos.

Con estos baremos, es fácil suponer que Bond difícilmente habría resistido el ritmo durante tanto tiempo. La querencia del agente por el vermú italiano "mezclado, no agitado" le habría ocasionado serios problemas de salud. Patrick Davies, pediatra en el hospital público de Nottingham y uno de los autores del trabajo, advierte de que unas dosis tan elevadas implican "un riesgo considerable de padecer una cirrosis, sufrir impotencia o incluso morir de alcoholismo".

"Reconocemos que el frecuentar terroristas internacionales puede llevar a la bebida, pero le aconsejamos que consulte a sus médicos y reduzca su consumo a niveles menos peligrosos", concluyen los especialistas. Tras cinco décadas de desmesura, Bond deberá sepultar su 'licencia para beber'.