Los suegros pueden ser un problema en una pareja si no aceptan la elección de su hijo o hija. / MujerHoy.com
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Sus padres, mi problema

La familia política puede convertirse en un contratiempo cuando la madre o el padre no aceptan la elección amorosa realizada por su hijo

MADRID Actualizado: Guardar
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El psicoanalista Bruno Bettelheim decía que en la puerta de una casa donde vive una familia jamás se podría colgar un cartel que pusiera “aquí no pasa nada”. El microcosmos familiar está poblado de desventuras emocionales, pero uno de los conflictos que más pueden deteriorar la relación de pareja es la intromisión de la familia de origen de uno de sus miembros. La palabra familia nos remite a nuestra historia emocional.

Todos hemos tenido que realizar algunas operaciones psicológicas para poder separarnos adecuadamente de nuestros orígenes, pero, a veces, esto no se ha podido lograr. Por esta razón, cuando nos sentimos incómodas por cómo se comporta nuestra pareja con su familia conviene reflexionar qué nos pasa a nosotras con la nuestra. Todos nacemos dos veces. A la primera de nuestras vidas, la biológica, llegamos desamparados y dependientes. La segunda de nuestras existencias comienza cuando el psiquismo organiza una imagen capaz de responder a la pregunta: “¿Quién soy?”. (Más información en MujerHoy.com)