El ministro de Justicia, Alberto Ruiz Gallardón. / Efe
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«PP y PSOE buscan controlar a los jueces que investigan sus casos de corrupción»

La Asociación Francisco de Vitoria acusaa a los partidos políticos de considerar al CGPJ como "una especie de tarta que es suya, que sólo ellos pueden repartir a su antojo

MADRID Actualizado: Guardar
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La Asociación de Jueces Francisco de Vitoria ha acusado a los partidos políticos de considerar al Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) como "una especie de tarta que es suya, que sólo ellos pueden repartir a su antojo y en la que los vocales son considerados como meros y obedientes convidados de piedra cuando de decisiones trascendentes se trata".

En una nota de prensa hecha pública tras el anuncio de las identidades de los vocales judiciales que conformarán el próximo CGPJ, la asociación ha puesto de manifiesto que todos ellos -los siete propuestos por el PP y los cinco a propuesta del PSOE- "han sido publicitados con su tercer apellido, PP o PSOE, según el caso".

La Francisco de Vitoria ha destacado que el proyecto de modificación del Consejo coincidió "sorprendentemente y de manera paralela" al afloramiento de un verdadero rosario de escándalos de corrupción en el que, de un modo u otro, se veían implicados diferentes responsables de los partidos políticos e incluso personas del entorno de la Familia Real.

"La finalidad no escondida no puede ser otra que el afán partidista de control del Consejo General del Poder Judicial, del que depende la promoción profesional y el castigo disciplinario de los jueces, como mecanismo para el control de los mismos", dice la asociación que recuerda que los jueces que investigan la corrupción son, a su vez, gobernados por un órgano cuyos miembros son directamente nombrados por los líderes de los partidos políticos investigados.

La asociación destaca, además, el "profundo desarraigo" de la Carrera Judicial respecto a un órgano como el creado, "profundamente politizado en el sentido más negativo de la expresión". "La verdadera finalidad de la reforma eran los intereses, particulares y propios, del PP y el PSOE, salpicados de casos de corrupción", agrega.