Nuria Llagostera, en un encuentro de Roland Garros. / Julio Muñoz (EFE)
Tenis

Dos años de sanción para Nuria Llagostera por dopaje

La tenista española dio positivo por ‘d-metanfetamina’ en un control de orina y las explicaciones a la ITF no resultaron satisfactorias

MADRID Actualizado: Guardar
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Hacía cuatro meses que Nuria Llagostera no competía porque se había operado la muñeca izquierda. La tenista balear eligió Stanford, uno de los torneos previos al Abierto de Estados Unidos, para regresar aunque finalmente no participó en el cuadro de dobles porque su compañera, Francesca Schiavone, renunció a jugar. Sin embargo, la española pasó un control en el club californiano que le ha terminado acarreando una sanción porque en aquella prueba fuera de competición se encontró metanfetamina en su orina y la deportista no ha dado ninguna explicación satisfactoria para la Federación Internacional de Tenis (ITF).

En septiembre, las autoridades de la raqueta suspendieron provisionalmente a Llagostera después de su participación en el Abierto de Estados Unidos. Después de la correspondiente investigación y el careo con la jugadora, la ITF ha decidido sancionar con dos años sin competir en sus torneos, la retirada de sus resultados y las ganancias desde su fecha de control. Según la ITF, la muestra contenía una sustancia prohibida y Llagostera “no tenía la exención médica que garantizaba el permiso para usar la sustancia prohibida por razones médicas”. La mallorquina argumentó que no tenía “culpa o negligencia”, y que “fue incapaz de averiguar cómo” la ‘d-metanfetamina’ (un estimulante) había llegado a su organismo. Sin embargo, los médicos expertos consultados por el tribunal descartaron la consumición accidental de esta droga que «no es algo a lo que los atletas y las personas normales estén expuestos en su vida cotidiana».

Además, la ITF reprende a la española en su sentencia porque había escrito que no había tomado fármacos con exención médica en Stanford a pesar de que recibió «ibuprofeno o paracetamol» del personal del club californiano para tratarse un dolor de cabeza. La española aseguró al tribunal que no había recibido ninguna instrucción sobre cómo rellenar los formularios antidopaje, lo que sorprendió a la ITF «de una jugadora con la gran experiencia de la señorita Llagostera». También contrasta con las declaraciones de la ‘doblista’ en una entrevista concedida a la revista Interviú en 2008: «Por desgracia, [hay dopaje en el tenis] como en todos los deportes. Muchos, por desconocimiento, se toman un jarabe para curarse el resfriado y se pegan dos años sin jugar. Y también las hay que se meten de todo y, como tienen buenos médicos, nunca las pillan».

La balear, de 33 años, con 16 títulos por parejas y dos semifinales de ‘Grand Slam’ en su carrera, ya reconoció al tribunal que una sanción de dos años supondría en la práctica el final de su trayectoria deportiva porque no tendría puntos en el ranking de dobles cuando terminara su castigo.