Neymar y Alexis celebran el gol frente al Espanyol. / Lluis Gene (AFP)
FÚTBOL | LIGA DE CAMPEONES

El conflicto antes que el Milan

El Barça puede sellar su pase a octavos pero se inventa una crisis provocada por el imparable debate del estilo en el que entran Martino y Alves

BARCELONA Actualizado: Guardar
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El Barça siempre es el rival más temible del Barça. Sucedió en la previa del derbi, cuando el adversario no parecía el Espanyol sino el equipo de Pep Guardiola de la temporada 2010-11, el del 5-0 al Real Madrid, con cuyo ejemplo de fútbol total se acribilló a preguntas al Tata Martino, como si aquel resultado hubiese sido hace unos días. Y pronto se cumplirán tres años. Y algo parecido sucedió este martes. El contrincante no era el Milan, sino el Barça de la historia reciente, el del estilo y la filosofía de Johan Cruyff, Frank Rijkaard, Pep Guardiola y hasta Tito Vilanova.

Dani Alves y el propio Martino se defendieron una y otra vez de las acusaciones de resultadistas, de traidores al ADN azulgrana. ¿Su pecado? Que el Barça haya jugado a la contra en algunos partidos con el marcador a favor, dando sensación de falta de control. Ese es el crimen. De nada sirve que el equipo se mantenga invicto en Liga (once victorias y un empate), Liga de Campeones (dos victorias y un empate) y Supercopa de España (dos empates, con título). Alves entró al trapo. Martino incluso recurrió a la ironía. Y el debate crece y crece. Es el monstruo del Barça, que en ocasiones se devoró a sí mismo. A ver qué ocurre esta vez.

Al Tata se le acaba la paciencia con el asunto. Quedó claro cuando en una pregunta sobre el peligro de un Milan en crisis contestó: «nosotros también estamos en crisis, llegamos en una situación pareja a la del Milan..». Y abrió la caja de los truenos. Los periodistas protestaron porque ese término nunca ha sido utilizado por los medios de comunicación más críticos. Y el entrenador sonrió porque entiende que algunos 'palos' al juego del equipo han sido tan grandes que lo de crisis se sobreentiende.

«Estoy viendo películas de guerra para cuando perdamos, no creo que sigamos en crisis sin perder ningún partido», llegó a comentar con un tono irónico que no gustó en la sala de prensa del Camp Nou. Y llegó el combate verbal, con preguntas a esa 'crisis' que se inventaba Martino: «¿Me quieren hacer pasar por loco? No sé dónde está la crisis, pero sé lo que leo y escucho, lo sé interpretar. Uno va conociendo la ciudad, enterándose de los intereses, hay opiniones objetivas, otras interesadas, conocemos los rinconcitos y uno va tomando tranquilidad. No me siento maltratado. ¿Pero yo fui el primero en hablar de crisis? ¿O ustedes? La crisis la instalaron ustedes, de eso estoy seguro».

A vueltas con los toques

«Siempre he dicho que tenemos que mejorar, nunca me he colgado de un buen resultado», insistió, y argumentó que «la belleza no se puede sobredimensionar por la cantidad de toques. Con dos también se puede hacer un gol bonito, como el de Alexis ante el Real Madrid. Se trata de saber alternar dos formas de jugar. Hacer 18 toques cuando sea necesario y dos cuando sea preciso».

Hasta el bache de Messi pasó desapercibido en plena batalla dialéctica. «Estoy contento de tener a Messi y de poder dirigirle en esta plantilla, espero que él siga aportando su calidad y que siga siendo determinante como lo está siendo hasta ahora», señaló Martino, que sobre el Milan recordó que él siempre desconfío de los equipos en crisis, y más de los que tienen tanta historia. «Tendremos que hacer las cosas muy bien porque allí nos costó mucho romper su 4-5-1».

Antes que el Tata, Dani Alves tampoco se mordió la lengua, señal de que los jugadores y los técnicos van todos a una. «Ya no somos monótonos, somos monótonos y medio, mantenemos nuestro juego y hemos añadido alguna variante que nos hace ser menos previsibles», explicó el brasileño, acribillado a preguntas sobre el estilo hasta el punto de que se sorprendió «por la inestabilidad de los periodistas, que antes pedían no ser tan monótonos y aburridos, pero ahora se quejan cuando hay una alternativa en el juego». «¿Si nos hemos vueltos resultadistas? Los números son espectaculares, aunque el juego lo tenemos que mejorar. Somos los mismos de y nuestra idea es mantener la posesión. Nuestra filosofía no va a cambiar, pero cuando alternamos las dos formas de jugar llegamos más a la portería rival. Los rivales nos conocían y había que cambiar alguna cosa».

Debates a un lado, el Barça quiere asegurarse el pase a octavos de final con una victoria que le permita afrontar con tranquilidad las dos últimas jornadas. Jordi Alba, Afellay y Jonathan dos Santos (seis meses KO tras ser operado este martes) son baja por lesión ante un Milan que llega tocado en todos los sentidos. En lo deportivo, a 19 puntos del líder de la Serie A, la Roma, muy lejos de la zona de Liga de Campeones tras la derrota ante la Fiorentina (0-2), Massimiliano Allegri afronta un ultimátum. En lo institucional, Bárbara Berlusconi, hija de Silvio y cada día con más peso en el club, carga contra Adriano Galliani, señal de que quiere más poder. Y en lo físico son baja El Shaarawy, Pazzini, Silvestre y De Sciglio. Sí se ha recuperado el portero Abbiati, mientras que Balotelli se enfrentará al Barça por primera vez en plenitud de condiciones ayudado por los ex madridistas Kaká y Robinho.