'caso bárcenas'

«A lo sumo, lo que ha hecho Bárcenas es tirar de la sábana, no de la manta»

El periodista Ernesto Ekauzer publica 'El caso Bárcenas', donde sigue el rastro del extesorero nacional del PP desde su implicación en la trama Gürtel hasta los intentos posteriores para neutralizar el procedimiento judicial

MADRID Actualizado: Guardar
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Afirma el periodista Ernesto Ekaizer (Buenos Aires, 1949) que “hay un antes y un después de Luis Bárcenas en la vida política y social de este país". La publicación de las cuentas del extesorero nacional del Partido Popular desató un escándalo que acaparó titulares y tertulias, así como una investigación judicial que pasó primero por el juez Baltasar Garzón, después por el juez Antonio Pedreira en el Tribunal Superior de Justicia de Madrid y finalmente por Pablo Ruz, con la vuelta del caso a la Audiencia Nacional.

El periodista, premio Ortega y Gasset en el 2000 por sus trabajos de investigación sobre el caso Pinochet, ha seguido el rastro del extesorero desde su implicación en la trama Gürtel en el año 2009 hasta los intentos posteriores para neutralizar el procedimiento judicial y expone ahora las conclusiones de su trabajo de investigación en 'El caso Bárcenas' (Espasa).

- Pregunta: ¿Cómo es la tríada formada por Bárcenas, Trías y el juez Pedreira?

Respuesta: Son los personajes centrales de una trama que me apasiona. Se forma una telaraña judicial en torno al juez Pedreira, que tiene miedo a que le pase lo mismo que a Garzón -es decir que Trillo le pase por la picadura de carne- y entonces desarrolla una disposición a entenderse con (Jorge) Trías y, a través de él, con Mariano Rajoy. Toda esa telaraña va a terminar en dos hechos formidables. La primera es la reunión en el despacho de Trías donde va Prada para reunirse con Trías y el juez Pedreira para garantizar que toda la trama de Bárcenas es un invento. Y, finalmente, la decisión de Bárcenas de acercarse al padre Francisco Santos porque sabe que es el confesor de Pedreira. Toda esa telaraña es lo que me parece tan fascinante, independientemente de que el señor Bárcenas vaya o no a prisión o de que los procedimientos profundicen.

- P: ¿Cuál es el perfil de cada uno de esos personajes?

Trías es el hombre de acción. Sería el equivalente a lo que Pío Baroja escribió en aquella novela ‘Aviraneta'. Es un aventurero, un hombre que tiene la habilidad para relacionarse con propios y extraños, una persona muy compleja con el don de la relación personal. Se mete en la piel de Pedreira y, a partir de él, va hacia Rajoy y, a través de él, llega a Bárcenas.

Pedreira es un hombre que sabe mucho de derecho administrativo, poco de derecho penal y está acojonado porque le pase lo mismo que al juez Garzón, porque sabe que ha prorrogado las grabaciones de los acusados en la cárcel de Soto del Real con sus letrados. A Garzón le van a expulsar de la carrera judicial por ello y él en cierto modo se siente cómplice. Se siente perseguido y aprovecha la mano que le echa Trías para presentar un frente alternativo al de Trillo, el hombre que persigue a Garzón, que consigue la nulidad de las grabaciones o una querella por prevaricación a la mínima coma que te saltes en un auto. Y cae de alguna manera en la colaboración que le ofrece Trías para llegar a Rajoy.

Bárcenas, o mejor dicho, el doctor Luis y mister Bárcenas. Hay un desdoblamiento de personalidad en el sentido de que él es un personaje impoluto, impecable en el manejo de las finanzas del PP y Rajoy le defiende diciendo que esto no es una trama del PP sino contra el PP y que nadie podrá probar que Bárcenas no es inocente. Pero al día siguiente, Bárcenas llama a Suiza y le dice a la que le lleva las cuentas que le mueva un millón hacia aquí, véndeme acciones…. Es la doble personalidad lo que me llama la atención y me lleva a mostrar cómo el PP le defiende incondicionalmente y cuando Rajoy se da la vuelta llama a Suiza y mueve los 22 millones de euros que tiene allí (o lo 38 que declaró llegar a tener).

- P: ¿Destapa la trama cuando se siente traicionado por los suyos?

R: En realidad no destapa, como dice un financiero que conozco, a lo sumo lo que ha hecho Bárcenas es tirar de sábana, no de la manta, porque si la manta son los papeles de Bárcenas, fueron publicados en El País contra su voluntad. Lo que hace es devolver los golpes contra quienes hablan mal de él. Por ejemplo no le gusta Jorge Moragas, así que en una reunión saca de su carpetita marrón (que es casi un arma), saca un papelito sobre la sociedad que tiene Moragas con su mujer en Barcelona y calcula lo que ha vendido y si lo ha declarado o no en los bienes que declaran al Congreso. Es un hombre que tiene 38 millones en Suiza pero que se dedica a marcar a sus enemigos.

- P: Como María Dolores de Cospedal...

R: Cospedal es su gran enemiga. Fue nombrada secretaria general en 2008 en el Congreso Nacional de Valencia, el mismo en el que Bárcenas es nombrado tesorero nacional. No lo hereda Rajoy, si no que lleva desde los años 80 en el departamento de Finanzas del PP. Cuando estalla Gürtel en febrero de 2009, Cospedal lleva en el timón del partido 6 o 7 meses, tiempo insufiente para consolidar su puesto y las indicaciones que tiene que seguir en el tratamiento de Bárcenas son las indicaciones de Rajoy y de su predecesor, Javier Arenas, gran amigo de Bárcenas. En todas las grandes decisiones como la indemnización de 23.000 euros que se gesta en 2010 está pactada con Arenas en Sevilla y Rajoy en Madrid. Ella tiene luego que implementar y ponerlo a la práctica, pero siguiendo las indicaciones de su antecesor y de Rajoy.

- P: De los papeles que lleva Bárcenas en su cartera, ¿cuál es el más peligroso?

R: En esa carpeta de cuero llevaba la fotocopia que entregó a Trías en el 2010, los 14 folios de la contabilidad personal que llevaba. Después ha llevado papeles referido a Jorge Moragas o a Maria Dolores de Cospedal, e incentivaba a los periodistas a investigar la compra de la casa del Cigarral de Toledo de su marido, valorada en 2,3 millones de euros. O un donativo de 500.000 euros de la firma de Fomento y construcciones y contratas para las limpiezas en Toledo. Creo que el gran tema del PP, Rajoy y toda su organización tiene que ver con el hecho de que Bárcenas tiene en la retina escenas de entrega de dinero a fuentes del partido, a altos cargos de la secretaría general en las distintas etapas del PP, como algunas escenas que hemos visto en las declaraciones ante el juez Ruz. También las relaciones con los empresarios. Lo que puede contar es tremendo, como cuando equilibraba la cuantía de las donaciones que recibían y que superaban los límites y ellos lo fraccionaban.

- P: ¿Considera correcta la estrategia de Rajoy?

R: Él es un poco así, su filosofía política es como dice la canción del Dúo Dinámico 'Resistiré': "Como el junco que se dobla pero siempre se mantiene en pie". Va con su carácter y cuando le aprietan mucho logran el efecto contrario, ahí está el ejemplo de Aznar. Rajoy deja que se mueran las cosas y se funda en que le ha ido muy bien así. Piensa que, mientras no haya alternativa de Gobierno, esta etapa es un bache que va a pasar. Mientras tanto se muestra ansioso y va anunciando cifras prometedoras, como la del paro registrado en mayo, aunque sea el mejor mes históricamente.

- P: ¿Qué factura política podría pasar el ‘caso Bárcenas’ a Rajoy y al PP?

R: La factura general que pasa en casos como este es el descrédito total de la clase política y en ese descrédito está la base del pacto que se está empezando a gestar entre PSOE y PP en relación a temas de grán interés nacional, un remedo de Pacto de la Moncloa. Ambos partidos tienen una necesidad porque están sufriendo una caída del electorado afín y un proceso de fragmentación política. Se enfrentan a problemas serios como el ascenso de otros partidos y un desencanto muy arraigado de carácter social. En el caso del PP es pronto para aventurar los efectos que puede tener. Hay elecciones europeas en el 2014, las elecciones municipales y autonómicas serán en mayo de 2015 y las generales pueden celebrarse hasta enero o febrero de 2016. Creo que la gran batalla electoral se va a jugar en torno al gran problema, la Gran Depresión económica y social española pero, de todas maneras, el desarrollo de la máquina judicial todavía tiene mucho recorrido.