Johnny Depp y Tim Burton, dos genios inseparables. / Kevork Djansezian (Ap)
CUMPLEAÑOS

Johnny Depp, un rebelde rompecorazones

Curtido en el cine independiente, alcanza los 50 años convertido en estrella de taquillazos

MADRID Actualizado: Guardar
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Rebelde, atormentado, solitario, irreverente... y sin embargo tremendamente atrayente. La suya es la historia de un éxito alcanzado casi sin buscarlo, un romance con la fama de un hombre que nunca pareció buscarla y de la que en muchos momentos rehuyó, un joven curtido en el cine independiente que acabó cayendo en los brazos de la industria, enamorada del hechizo que parece ejercer sobre los espectadores con su aire a veces melancólico, otras salvaje y en las más de las ocasiones, divertido. Una suerte de James Dean del siglo XXI que, a diferencia de aquel, ha podido disfrutar de una trayectoria tan larga como fructífera y que hoy, cuando cumple 50 años, puede otear las décadas pasadas con una sonrisa de satisfacción, instalado en la cumbre de Hollywood, reverenciado por directores y compañeros de reparto y con una bella novia a la que casi dobla en edad.

Nada de esto era fácil de augurar cuando John Christopher Depp II desembarcó en California en los años ochenta. Dejaba atrás una infancia nómada, con múltiples cambios de residencia que marcaron profundamente su carácter. Sin tiempo para hacer amigos hasta que a los siete años se asentó con su familia en Miramar (Florida), se vio golpeado en su adolescencia por el divorcio de sus padres, una camarera y un ingeniero civil. Optó entonces por una existencia bohemia, arrojándose en las garras del alcohol y las drogas. Trabajó como obrero de la construcción y como vendedor, aunque sacaba tiempo para su gran pasión, la música. A los 12 años su madre le había regalado una guitarra eléctrica y no tardó en fundar varias bandas de garaje. Llegaría a telonear a Iggy Pop con The Kids y, andando el tiempo, colaboraría con artistas como Marilyn Manson u Oasis.

La música podría haber sido muy bien su futuro, pero un día se cruzó en su camino Nicolas Cage, quien le animó a convertirse en actor. En 1983 se casaba con la maquilladora Anne Allison, pero su matrimonio apenas duraría un par de años. Mucho más longeva sería su relación con el séptimo arte. Wes Craven le daba su primera oportunidad en 1984 con 'Pesadilla en Elm Street' y Oliver Stone también se fijaría en él para 'Platoon' (1986).

Dos genios inclasificables

Pero sería Tim Burton el que le lanzaría definitivamente al estrellato con 'Eduardo Manostijeras' (1990). Aquella película, en la que Depp interpretaba a un joven creado por un inventor que tiene cuchillas en lugar de dedos, marcaría el comienzo de una de las más fructíferas relaciones entre director y actor que haya dado nunca el cine. Un total de ocho filmes atestiguan, por ahora, la mutua admiración que se profesan dos de los personajes más peculiares de Hollywood. Y todos han funcionado estupendamente en la taquilla. 'Ed Wood' (1994), 'Sleepy Hollow' (1999), 'Charlie y la fábrica de chocolate' (2005), 'La novia cadáver' (2005) o 'Alicia en el País de las Maravillas' (2010) se beneficiaron de la simbiosis entre estos dos genios que siempre andan buscando formas de trabajar juntos. Imposible entender al uno sin el otro.

Sin embargo, Depp ha engrandecido el trabajo de muchos otros cineastas, que no dudaron en reclutar a uno de los mayores imanes para el público con que ha contado el séptimo arte en las últimas décadas. Lector empedernido, el actor ha pasado de protagonizar cintas de autor con una base literaria como '¿A quién ama Gilbert Grape?' (Lasse Hallström, 1993), 'Miedo y asco en Las Vegas' (Terry Gilliam, 1998) o 'La novena puerta' (Roman Polanski, 1999), a encabezar superproducciones como la saga de 'Piratas del Caribe', de la que se cuentan cuatro entregas que han amasado casi 4.000 millones de dólares y a las que se añadirá otra que está en proceso de gestación, o 'Enemigos públicos' (Michael Mann, 2009), donde se metía en la piel de uno de los criminales más legendarios de Estados Unidos, John Dillinger.

Sus profundas inquietudes artísticas han hallado también un cauce de expresión en la pintura, inmortalizando a estrellas como Marlon Brando o Keith Richards, fuente de inspiración este último para componer su personaje del corsario Jack Sparrow, y actuando como un ávido coleccionista de obras. Incluso le ha dado tiempo para debutar tras la cámara con 'The Brave' (1999), adaptación de una novela de Gregory McDonald en la que compartía cartel con Brando, y de componer canciones y producir varios títulos, el último de los cuales, 'El llanero solitario', le devolverá este verano a la cartelera.

Conquistador

Por lo que respecta a su vida personal, Johnny Depp, a quien se le resiste el Oscar si bien consiguió un Globo de Oro por 'Sweeney Tood, el barbero diabólico de la calle Fleet' (Tim Burton, 2007), cuenta con una larga lista de romances. Winona Ryder, con quien coincidió en 'Eduardo Manostijeras' y cuyo nombre llegó a tatuarse, le dejó destrozado, abriendo una etapa de profunda zozobra en su vida. Mantuvo también una sonada relación con la modelo Kate Moss, aunque fue con la cantante francesa Vanessa Paradis con quien halló la estabilidad que tanto andaba necesitando. Se conocieron en París y pasaron juntos catorce años. Tuvieron dos hijos, Lily-Rose Melody Depp y John Christopher Depp III. Pero en 2012, tras meses de rumores, el amor se acababa para ellos.

Desde entonces, Depp, a quien el público designó como su actor favorito en 2010, sale con la actriz Amber Heard, quien a sus 28 años ha aparecido en un puñado de filmes sin demasiado eco pero que parece haberse ganado el corazón de una estrella que alcanza los 50 años pletórico de confianza y rebosante de proyectos.