Fotografía de archivo del magistrado Juan Antonio Xiol Ríos.
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Un progresista de hecho y obra

La calidad jurídica de Juan Antonio Xiol es reconocida sin excepción entre sus colegas del Tribunal Supremo

MADRID Actualizado: Guardar
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Nacido en Barcelona en 1946, la calidad jurídica de Juan Antonio Xiol es reconocida sin excepción entre sus colegas del Tribunal Supremo. Ha redactado cientos de sentencias; se ha batido en muchas batallas jurídicas y políticas; es progresista pero no pertenece a ninguna asociación; tiene experiencia en la administración; no teme exponerse en los asuntos controvertidos y nunca se le podría definir como un burócrata de los juzgados.

Fue presidente del Supremo y del Poder Judicial de forma interina tras la dimisión de Carlos Dívar. Ironías de la vida, hace poco más de un año escribió el voto particular de los siete magistrados del Supremo contrarios a la ilegalización de Bildu, que fue posible gracias al voto de calidad de Dívar. Su tesis era que, en Derecho, no caben las ilegalizaciones preventivas de un partido.

Xiol acredita una dilatada carrera judicial, pero con sonoras incursiones políticas. Preside la Sala de lo Civil desde hace siete. Antes, entre 1990 y 1996, fue miembro de un Poder Judicial muy convulso del que dimitió al ver rechazada su petición de expulsión de Pasqual Estivill, un juez corrupto que acabaría en la cárcel en 2005 por cohecho, extorsión y prevaricación.

En el Gobierno de Felipe González fue director general de Relaciones con la Administración de Justicia entre 1985 y 1990. De aquella época se recuerda el mal trago que tuvo que pasar en 1987 al justificar la negativa del Gobierno a que un centenares de guardias civiles se sometieran a una rueda de reconocimiento en un caso de torturas al padre de un miembro de ETA.