Eva González Sancho./ Archivo
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Dimite la directora del Musac de León a los tres meses de su nombramiento

Eva González Sancho alega falta de autonomía artística y administrativa para ejercer su labor

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Eva González Sancho, la directora del Museo de Arte Contemporáneo de León ha presentado su dimisión solo tres meses después de acceder al cargo. González Sancho fue presentada a los medios a finales del mes de febrero pasado como la elegida para dirigir los destinos de la institución tras la renuncia de su antecesor, AgustínPerez Rubio. Su elección, que se hizo oficial el 4 de marzo, fue muy bien recibida por el sector ya que se trata de una profesional de prestigio con amplia trayectoria en instituciones artísticas europes y su nombramiento se ajustaba al Documento de Buenas Prácticas suscrito por asociaciones y profesionales de los medios artísticos. González Sancho ha justificado su decisión en la imposibilidad de llevar a cabo su proyecto, por las continuas injerencias en sus decisiones.

"Creo que estoy aquí para algo más que refrendar las decisiones que se toman en los organismos políticos de los que depende", ha afirmado una desolada González Sancho. "Desde mi llegada estoy intentando que se me defina qué se entiende exactamente por dirigir una institución como esta. Aunque yo lo sé perfectamente. Tengo un amplio curriculum y un director está para llevar a cabo un proyecto y yo n tengo autonomía artística ni administrativa para ejercer mi labor". La directora del Musacha aclarado que su decisión no tiene nada que ver con el presupuesto de la institución sino con la imposibilidad de funcionar con una mínima autonomía.

Según sus palabras, el "«broche final" que la indujo a dimitir fue el rechazo al comité artístico que había propuesto como asesor del Museo. "Es muy fácil hablar de internacionalizar el museo y de hacerlo llegar al público si luego no se toman las decisiones en ese sentido". En la propuesta de González Sancho figuraban nombres de prestigio dentro del ámbito del arte internacional sin coste para el Museo.

Entre las imposiciones que alega, incluye la finaciación del proyecto de Ángel Marcos en Venecia. En el proyecto primero que se barajó para la instalación del artista vallisoletano en la Bienal, el Museo figuraba como impulsor y aval, pero no finaciaba económicamente. Esto fue una decisión que se tomó al margen de la directora.

La Consejería cuya titular es Alicia García ha anunciado un comunicado para explicar la situación.

Tres dimisiones

La dimisión de Eva González Sancho llegó a los medios a través de una carta de la Asociación la Asociación de Directores de Arte Contemporáneo de España. Adace expresaba su "malestar" en una carta a la Consejera de Cultura remitida a las redacciones, que sirvió para destapar una noticia que hasta entonces había estado silenciada. La Adace manifiesta en dicho escrito "su desacuerdo ante las decisiones políticas que han forzado esta dimisión y que, por desgracia, son actuaciones y comportamientos que no terminan por quedar desterrados de las prácticas políticas de nuestro país".

Adace recuerda que el Museo ha sufrido la dimisión de sus tres directores (los dos últimos en menos de un año) y se pregunta si con sus actuaciones están propiciando un marco de trabajo adecuado para el desarrollo de la institución o si por el contrario lo están abocando a un deterioro en sus formas de funcionamiento que lo acabará conduciendo a su desaparición de los circuitos profesionales del arte. La cultura, en general, y los museos y centros de arte, en particular, no pueden estar sometidos a la inestabilidad y a los cambios continuos de programación y de equipos de trabajo

Para Adace, resulta sorprendente que los responsables políticos del MUSAC convoquen un concurso, acogiéndose a las recomendaciones del Documento de Buenas Prácticas para la selección del director y que, finalmente, este procedimiento se convierta en una coartada que esconda la falta de autonomía artística y administrativa del director que impide desarrollar el proyecto para el que se le contrató.

Agrava considerablemente la situación la creciente intromisión política en decisiones artísticas y administrativas reflejada en el rechazo de propuestas de la dirección del museo para el desarrollo programático, así como las imposiciones claras o veladas en el programa de actividades del Museo.