Medicina bajo cero

Es un lugar oscuro, frío, solitario y peligroso, pero el paisaje y la experiencia son inolvidables. La Agencia Espacial Europea (ESA, pos su siglas en inglés) está buscando un médico interesado en llevar a cabo experimentos en la base de investigación Concordia, en la Antártida.

Cada año la ESA envía un médico durante doce meses a la estación polar gestionada por el instituto francés IPEV y por el programa antártico italiano PNRA. Esta base permanece completamente aislada del mundo exterior durante nueve meses, durante los que no es posible acceder o abandonar la misma, ni siquiera en situaciones de emergencia.

La tripulación, compuesta por un máximo de 16 personas, necesita estar preparada para cualquier imprevisto. Las condiciones en el entorno de la base, con poco oxígeno, baja humedad, temperaturas de hasta -80°C y la más absoluta oscuridad durante cuatro meses, no se pueden recrear en ningún otro lugar de la Tierra. La ESA está interesada en los efectos de vivir en un entorno tan extremo porque se parece en muchos aspectos a una misión al espacio.

El último 'afortunado', Evangelos Kaimakamis, llegó a la base el pasado mes de enero. Allí este médico griego realiza pruebas fisiológicas y psicológicas a la tripulación. "Vivir aquí es completamente diferente. La tripulación es maravillosa y ya formamos un muy buen equipo. El trabajo es muy gratificante y está cambiando mis perspectivas de futuro", ha explicado Kaimakamis desde Concordia. "Los experimentos son muy interesantes y me mantienen ocupado la mayor parte de los días. Vivir en un lugar tan remoto, tan alejado de la civilización, es realmente una experiencia única", ha asegurado.

Si puedes tomarte un año sabático a partir de noviembre, eres titulado en Medicina y tienes un sano sentido de responsabilidad y aventura, eres el candidato perfecto para esta increíble experiencia en el fin del mundo. No solo trabajarás por la ciencia y la humanidad sino que, además, disfrutarás de unas de las mejores vistas del planeta.