tensión en la península coreana

Pyongyang condiciona el diálogo con Seúl y EE UU

Exige la derogación de las sanciones impuesta por la ONU y advierte de que solo negociará si se cumplen sus condiciones

SEÚL Actualizado: Guardar
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Corea del Norte ha exigido la derogación de las sanciones impuestas por el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas y el compromiso de Estados Unidos de cesar sus "prácticas de guerra nuclear", a cambio de reanudar las conversaciones con Corea del Sur.

"Si Estados Unidos y la marioneta de Corea del Sur tienen el más mínimo deseo de evitar un golpe de nuestro Ejército y de nuestro pueblo y realmente desean el diálogo, deberán tomar una decisión firme", ha dicho la Comisión de Defensa de Corea del Norte. "En primer lugar, las resoluciones sancionadoras del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, que fueron fabricadas con razones injustas, deben ser retiradas", ha señalado, en un comunicado publicado por la agencia de noticias KCNA.

Además, ha exigido el cese de "las prácticas de guerra nuclear" por parte de Estados Unidos, así como de todas las "provocaciones" y "actos de agresión" por parte de Washington y Seúl. El régimen comunista también ha exigido una disculpa por parte de Estados Unidos y de Corea del Sur por estos hechos, de acuerdo con la agencia de noticias Yonhap.

Por su parte, el Comité de Reunificación de Corea del Norte ha advertido de que, de no cumplirse estas demandas, nunca se comprometerá a dialogar con su vecino meridional. De esta forma, parece que el régimen comunista ha cambiado de opinión, después de que el pasado domingo rechazara la oferta de diálogo formulada por la presidenta surcoreana, Park Geun Hye, al considerar que se trataba de una "astuta estratagema".

Las reacciones no se han hecho esperar y Corea del Sur ha calificado de "incomprensibles" estas condiciones, al mismo tiempo que ha pedido al régimen comunista que opte por la negociación con la comunidad internacional. "Las exigencias de Corea del Norte son totalmente incomprensibles. Es absurdo", dijo el portavoz de la cancillería surcoreana, al comentar la exigencia norcoreana de un levantamiento de las sanciones de la ONU.

"Estado de guerra"

En las últimas semanas, el Gobierno de Kim Jong Un ha declarado el "estado de guerra" en la península coreana y ha amenazado con atacar las bases militares que Estados Unidos posee en las islas de Hawai y Guam y en Japón. En este sentido, ya ha notificado "formalmente" a la Casa Blanca que ha "ratificado" el posible lanzamiento de un ataque "sin compasión" contra objetivos estadounidenses, incluido un "ataque nuclear diversificado".

El régimen comunista ha atribuido todas estas medidas a las amenazas proferidas por Corea del Sur y Estados Unidos, con las que "han rebasado los límites", pasando de "la fase de la amenaza y el chantaje a la temeraria fase de guerra actual".

Estos movimientos se enmarcan en la escalada de tensión regional, que comenzó el año pasado, con los lanzamientos de cohetes de largo alcance de abril y diciembre, y que ha continuado en 2013, con la prueba nuclear del pasado 12 de febrero, por parte de Corea del Norte. El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas ha condenado estas acciones, al considerar que violan las resoluciones que prohíben a Corea del Norte desarrollar y usar tecnología nuclear y de misiles balísticos.