Los escándalos financieros acosan a Hollande

El presidente de Francia, François Hollande, ha asegurado en Rabat que no es su Gobierno el que está cuestionado, sino solamente un exministro, Jerôme Cahuzac, que fue responsable de Presupuesto y ha sido imputado por fraude fiscal.

Ante el escándalo desatado al reconocer Cahuzac que tuvo durante años una cuenta no declarada en Suiza y los rumores sobre un posible reajuste ministerial, Hollande ha respondido: "Si hay iniciativas que tomar, no es aquí, en Marruecos, donde lo haré".

En una rueda de prensa en Rabat, donde realiza una visita oficial, Hollande también se ha referido al tesorero de su campaña electoral, Jean-Jacques Augier, y se ha desvinculado de las actividades financieras de éste, después de que una investigación periodística revelara que posee cuentas en paraísos fiscales.

Al insistir los informadores sobre una próxima crisis en el Ejecutivo por el caso Cahuzac, el presidente francés ha subrayado: "Jerôme Cahuzac ya no es miembro del Gobierno, fue apartado (en realidad, presentó su dimisión) y el Gobierno como tal no está cuestionado".

Para Hollande, supuso "un choque considerable" enterarse de que un miembro de su gabinete "ha mentido como lo hizo al jefe de Estado, al primer ministro y al propio Gobierno" y todo ello "exige tomar decisiones". Ha destacado que es su deber seguir "moralizando la vida política y económica" y, para ello, piensa "ir hasta el fondo en esta cuestión". "No tengo nada que temer -ha asegurado- de la aplicación estricta de los textos legislativos ni de la adopción de nuevas medidas".

Las cuentas en las Caimán del tesorero

En relación al caso de Augier, quien supuestamente creó dos empresas en las islas Caimán, Hollande ha declarado: "Yo no sé nada de todo eso". Ha añadido que "las cuentas de la campaña de 2012 fueron consideradas totalmente regulares y acordes con la ley y fueron validadas por el Tribunal de Cuentas". En el caso de que hayan existido irregularidades fiscales, ha puntualizado, "que la Administración fiscal haga su trabajo (y que) haga las rectificaciones necesarias".

La investigación periodística, en la que ha colaborado, entre otros medios, el diario francés 'Le Monde', señala que Augier participó entre 2005 y 2009 en la creación de dos entidades para realizar inversiones en China desde las islas Caimán. El propio Augier ha reconocido esas atribuciones y ha desvinculado a Hollande de sus actividades privadas. Antes, su consorcio empresarial Eurane había asegurado que el extesorero de campaña de Hollande no había recibido "ninguna ventaja fiscal particular" de sus participaciones fuera de Francia.

Medidas para combatir la corrupción

Justo antes de emprender su viaje de dos días a Marruecos y ante el escándalo despertado en Francia por el 'caso Cahuzac', Hollande dejó grabado un mensaje en que prometía nuevas medidas para evitar la corrupción política en el país.

El jefe del Estado se dirigió a los franceses para garantizar que "la ejemplaridad de los responsables públicos será total" y para anunciar que el Gobierno preparará un proyecto de ley para que ningún político condenado por corrupción o fraude fiscal pueda volver a ejercer un cargo público.

Hollande avanzó también que reforzará el control sobre el patrimonio de los ministros y los parlamentarios y los conflictos de intereses entre lo público y lo privado, además de reformar el Consejo Superior de la Magistratura para dotarle de mayor independencia.

El actual presidente de Francia, que prometió durante su campaña electoral una "República irreprochable", indicó que la actuación de su exministro representa una "falta moral imperdonable" y aseguró que sólo se enteró de las mentiras de Cahuzac cuando éste confesó el martes que fue titular de una cuenta no declarada en el extranjero con unos 600.000 euros (unos 770.000 dólares).

En París, Jean-François Copé, máximo responsable de la opositora Unión por un Movimiento Popular (UMP, conservadora), declaró a los medios de comunicación que "François Hollande está convirtiéndose en el jefe de un clan" y que "la izquierda ha sido golpeada por un descrédito sin precedentes".