huelga de limpieza

Ya son 5.000 las toneladas de basura acumuladas en Sevilla

No se cobrará la tasa de recogida de basura a los sevillanos mientras dure la huelga de los trabajadores de la sociedad municipal de limpieza

SEVILLA Actualizado: Guardar
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Unas 5.000 toneladas de basura empañan la imagen de las calles de Sevilla en la octava jornada de huelga de los trabajadores de la empresa pública Lipasam, sobre todo las del centro histórico de una ciudad eminentemente turística, y sin que se atisbe un final próximo del conflicto.

Las montañas de bolsas de basura y el mal olor que desprenden han empezado a formar parte del paisaje urbano de una ciudad, de unos 700.000 habitantes, que sufre la primera huelga más larga de este tipo tras las de 1999 y 1994, que no superaron los tres días. A los perjuicios para los ciudadanos, aunque se les descontarán los días de huelga del pago de la tasa de residuos, se suman los costes económicos por la quema de más de un centenar de contenedores, si bien la incidencia sanitaria es aún baja. Además, los comerciantes de Sevilla, agrupados en Aprocom, han sido los primeros en dar la voz de alarma por la "lastimosa imagen" de la calles de la ciudad y las "graves consecuencias para el turismo y el comercio" de la huelga.

Sin embargo, desde que el domingo pasado arrancó el paro indefinido no ha habido negociación entre la empresa y los sindicatos, que se mantienen enfrentados por las acusaciones del Ayuntamiento contra el comité de cometer actos vandálicos. Algo que niega el presidente de la representación laboral, Antonio Bazo, quien ha desvinculado a los trabajadores de Lipasam de las acciones violentas ocurridas en los últimos días, y ha denunciado que es una "excusa" de la empresa para no haber tenido una toma de contacto hasta el momento con los sindicalistas.

Otra fuente de conflicto entre ambas partes han sido los servicios mínimos, fijados en el 30% por la administración autonómica, frente al 40%que proponía el Gobierno municipal y el 15% que planteaba el comité de empresa de Lipasam. La empresa recurrió los servicios mínimos ante el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía, que atendió su solicitud de corregir el 3% que se había establecido en los talleres e incrementarlos también hasta el 30%.

Servicios mínimos

El Ayuntamiento ha decidido redistribuir los servicios mínimos ante los residuos acumulados sobre aceras y calzadas en algunas calles para no poner en riesgo la seguridad del tráfico y de los peatones. También el comité ha denunciado a Lipasam ante la Inspección de Trabajo por incumplir los servicios mínimos y ante los tribunales por un delito contra los derechos de los trabajadores.

Como prueba de que se ha vulnerado el derecho a la huelga y los servicios mínimos, los sindicatos han mostrado fotografías en las que se ven camiones de basura destinados a residuos hospitalarios recogiendo basuras, lo que es ilegal, y cubas particulares para recoger escombros acumulando basuras, lo cual está prohibido en las ordenanzas municipales, y otras que muestran a vehículos y personal de Protección Civil recogiendo basuras.

Al margen de estas acusaciones mutuas, la raíz del conflicto es el rechazo de los trabajadores a la modificación de la distribución de las 37,5 horas semanales y a la reducción salarial del 5%, algo que, según el ayuntamiento, se firmó en abril de 2012. Sin embargo, los sindicatos niegan que eso esté firmado y sostienen que con la congelación de los salarios desde el 2008, la supresión de la paga extraordinaria en el 2012, la reducción de las contrataciones y la amortización de plazas se cubre de sobra la rebaja del 5% que pretende la empresa con su plan de ahorro estimado en 3,3 millones.

El Ayuntamiento, según el concejal de Urbanismo, Maximiliano Vílchez, está dispuesto a negociar bajo la premisa de una reducción de los costes laborales del 5% y la jornada laboral de 37,5 horas, pero pone como condición que cesen la "violencia y el vandalismo".