Luto en Málaga por el niño atropellado en la cabalgata

La Navidad termina en Málaga de la forma más trágica tras la muerte de un niño de seis años tras ser atropellado por una carroza de la cabalgata de los Reyes Magos. La ciudad se despertado hoy con las banderas a media asta por los días de luto decretados por el Ayuntamiento de Málaga, que ha suspendido además todos los actos oficiales.

Más de un centenar de personas han asistido en absoluto silencio a la misa por el pequeño. Los restos mortales del menor fueron acompañados desde la iglesia hasta el tanatorio por familiares, amigos y autoridades, entre ellas el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre. Los padres también han sido arropados en todo momento por numerosos profesionales del ámbito judicial debido a que el padre es un reconocido forense de los juzgados malagueños.

El pequeño, que veía el desfile acompañado por sus padres y su hermana, fue arrollado cuando, al parecer, se lanzó a recoger unos caramelos del suelo. Ocurrió en torno a las 17.30 horas, apenas media hora después del comienzo del desfile. El suceso se produjo en la plaza del General Torrijos, en la esquina más cercana al túnel de la Alcazaba, junto a una de las paradas de autobús. Según informaron fuentes municipales y testigos presenciales, el pequeño se habría tirado al suelo en busca de caramelos al paso de la caravana del distrito de Cruz del Humilladero, que estaba compuesta por un todoterreno que remolcaba una carroza de color azul, de unos cinco metros y de tres ejes.

Las primeras investigaciones apuntan a que se coló por el lado del remolque mientras uno de los voluntarios -los que visten petos verde, que suelen ser familiares de los niños que participan en la comitiva- frenaba a otros críos. El alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, explicó que otros dos menores tuvieron el mismo impulso de meterse bajo el convoy, aunque los voluntarios lograron sacarlos a tiempo. "Con uno de ellos no hubo forma de evitarlo", afirmó el regidor en una rueda de prensa convocada minutos después del suceso. "Son momentos muy difíciles para todos. Ahora, nuestro pensamiento está con los padres -que son vecinos de la zona del Limonar-, con su familia y con su dolor", apostilló el primer edil, visiblemente afectado por lo ocurrido. Posteriormente, De la Torre afirmó en una red social: "Hoy ha sido el día más triste de mi etapa de alcalde, junto al día en que ETA mató a Martín Carpena".

Primeros auxilios

El niño fue arrollado por la rueda delantera izquierda de la carroza. La gente comenzó a gritar y a pedir al conductor del vehículo que parara. La comitiva se detuvo e inmediatamente se avisó a los servicios de emergencias. El padre, un conocido médico forense del Instituto de Medicina Legal (IML) de Málaga, comenzó a realizarle los primeros auxilios mientras llegaban los efectivos sanitarios."Todo el mundo se agolpó alrededor porque empezó a correrse el rumor de que se había producido un atropello. Los voluntarios tuvieron que hacer un pasillo para que pudiera entrar la policía y la ambulancia, que llegó en unos minutos", comenta una mujer que se encontraba a unos metros del lugar donde ocurrieron los hechos.

Los sanitarios del 061 comenzaron a asistir en el suelo al pequeño, que sufrió un traumatismo craneal. Al cabo de unos minutos, lo trasladaron a una uvi móvil para intentar reanimarlo. Todo apunta a que murió en el acto. "Estuvieron quince o veinte minutos asistiendo al niño en la parte de atrás de la ambulancia, mientras la persona a la que identificamos como el padre esperaba en el asiento del copiloto, recibiendo consuelo constantemente", sigue la testigo.

Poco después se certificó su muerte y se avisó a la comisión judicial. Al confirmarse el desenlace, una patrulla de la Policía Local llevó a la madre al Hospital Materno Infantil ante la crisis de ansiedad que presentaba. El cuerpo del pequeño fue trasladado al IML, donde ayer mismo se le realizó la autopsia. La misa funeral se celebrará hoy a las 12.00 horas en el Parque Cementerio de Málaga (Parcemasa).

Cabalgata paralizada

La cabalgata permaneció paralizada durante más de media hora. Tras el suceso, agentes de la Policía Local retiraron la carroza que atropelló al pequeño y apartaron a la gente para dar paso al resto de la comitiva. Entre tanto, el equipo de gobierno municipal trataba de decidir si se seguía adelante con el desfile o se suspendía definitivamente. Al final, el Consistorio optó por seguir adelante con la cabalgata argumentando "razones de seguridad", como indicó el propio alcalde. No obstante, se canceló la ofrenda a los Reyes Magos en la escalinata de la Catedral, en el tramo final del itinerario.

Al haber un vehículo implicado y ocurrir dentro del casco urbano, se acordó que fuese el Grupo de Atestados (GIAT) de la Policía Local el que se hiciese cargo de la investigación, que dirige el Juzgado de Instrucción 1 de Málaga. "Casualmente, la fiscal de guardia estaba en la zona y ha recabado información de primera mano para aclarar esos términos", explicó De la Torre.

La carroza quedó inmovilizada para su traslado a un depósito municipal por si fuese necesario realizar nuevas pesquisas. Aparte de las pruebas periciales, el trabajo de los agentes se centraba anoche en tomar declaración a los numerosos testigos del suceso, entre los que se encuentran voluntarios y miembros de Protección Civil que acompañaban a la carroza. Los investigadores han conseguido identificar a al menos media docena de personas que presenciaron lo ocurrido.

El Ayuntamiento informó anoche de que en las 24 horas siguientes al suceso se remitirían al juzgado las primeras diligencias y tan pronto como sea posible se terminará el atestado. En un comunicado, el Consistorio recalcó que la carroza que atropelló al niño contaba con las medidas seguridad precisas y la vigilancia de quince personas, doce de ellas voluntarios acreditados, dos de Protección Civil y un policía local.

En este sentido, la asociación de consumidores Facua, tras expresar su pesar por la muerte del menor, exigió que las cabalgatas tengan vallas que impidan al público acercarse. El portavoz de la organización, Rubén Sánchez, subrayó que una tragedia como esta debe llevar a la reflexión sobre si las medidas de seguridad resultan suficientes o deben modificarse para que "nunca se repita" lo ocurrido en Málaga. Sánchez recordó que hay ayuntamientos que han decidido que en sus cabalgatas ya no se tiren caramelos desde las carrozas como "medida de precaución".