VENEZUELA

Comprando tiempo

Nicolás Maduro entiende la hospitalización de Chávez en La Habana como una falta temporal, no absoluta

MADRID Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

El vicepresidente de la República de Venezuela, Nicolás Maduro, descartó del todo de hecho la presencia de Hugo Chávez el próximo jueves para jurar ante la Asamblea Nacional como jefe del Estado, pero dejó meridianamente claro que entiende su hospitalización en La Habana como una falta temporal, no absoluta.

También aclaró que ese día, diez de enero, empieza a contar el nuevo sexenio, por lo que el presidente interino será quien lo es de la Asamblea Nacional … lo que abre la puerta a que Diosdado Cabello, presidente saliente del parlamento y que hoy será reelegido para el cargo por la mayoría oficialista del campo chavista, se convierta en presidente interino de la República.

Se supone razonablemente que los dos hombres, sin duda los dos pesos pesados del oficialismo, tras el presidente, han pactado el nuevo escenario que es constitucionalmente correcto (en tanto que admite la hipótesis de una eventual recuperación de Chávez) y abre un plazo de noventa días de interinidad igualmente prescrito en la Carta Magna. Todo, pues, se hace desde el supuesto que la Constitución llama falta temporal del presidente elegido.


Aplazamiento de hecho de la elección anticipada

Suponiendo que Chávez esté vivo dentro de seis días lo dispuesto significa en términos políticos que el régimen descarta una elección anticipada del presidente, igualmente prevista (artículo 233) en caso de falta absoluta el día del juramento. Si se produce el deceso o elk presidente electo renuncia y se impone la elección, Maduro podría ser el candidato oficial, pues fue designado como tal, de forma total, absoluta e irrevocable por Chávez antes de anunciar que empeoraba y volvía a La Habana.

Las palabras del líder socialista, sin embargo, no tienen más valor, con ser mucho, que una muestra de predilección personal, una unción política vinculante solo en términos políticos y morales a la militancia del PSUV. Maduro deberá ser confirmado por el partido como su candidato y Cabello podría exigir que el partido abriese el debate estatutario previsto al respecto.

Es improbable que lo haga porque sabe que el dedo de Chávez señalando su preferencia tan inequívocamente es un argumento imbatible y es probable que haya arreglado con el vicepresidente ejecutivo y virtual jefe del gobierno a día de hoy su presentación cuando llegue el momento.

El escenario post-Chávez

Hay unanimidad entre los observadores, incluidos los afines a la oposición, de que el candidato chavista ganaría holgadamente la elección presidencial, porque la oposición reunida con mucho y eficaz trabajo en su día en la “Mesa de Unidad Democrática” el verano pasado en torno a Henrique Capriles no está disponible ahora para intentarlo de nuevo y porque la enfermedad y sufrimiento de Chávez suscitan cierta simpatía popular que le favorece.

Capriles, gran esperanza de la oposición, que fue un buen candidato y obtuvo un excelente 44 por ciento de votos en octubre, prefiere seguir como gobernador del gran estado Mirada (el único de peso que escapa al control del chavismo) y si finalmente hay elección anticipada, que en realidad, se da por segura, se deberá buscar un candidato disciplinado que cubra el expediente de una casi segura derrota…

En este marco, el calendario vuelve a ser un factor de importancia. Los noventa días de interinidad pueden ser ampliados a otros noventa pero si el presidente tiene un mínimo de capacidad, él mismo podría anunciar su renuncia. En esa eventual decisión pesará la opinión de su hija mayor, Rosa Virginia, y su hermano mayor Adán, gobernador de Barinas, ambos en La Habana, donde se reunieron también miércoles y jueves pasado Maduro y Cabello en lo que pudo ser la fijación de la estrategia que ayer comenzó a ser aplicada con el anuncio del primero.