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Un derbi de contrastes con Tito Vilanova

El Barça, líder intocable y con su técnico en el banquillo tras su operación, recibe a un Espanyol antepenúltimo, pero invicto con Javier Aguirre

BARCELONA Actualizado: Guardar
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El Barça inicia el año 2013 con una prueba de fuego emocional: un derbi en el Camp Nou con Tito Vilanova en el banquillo apenas dos semanas después de su delicada operación. Por la diferencia en la clasificación entre el líder (49 puntos de 51 posibles) y el Espanyol (antepenúltimo con 15), cuesta creer en una sorpresa. Pero el equipo blanquiazul ha encadenado cuatro jornadas sin perder, tres empates y una victoria, desde que Javier Aguirre sustituyó como entrenador a Mauricio Pochettino. Atraviesa su mejor momento anímico del curso y exjugadores que pertenecieron en su día al Barça como Verdú, Simao, Sergio García, Baena o Víctor Álvarez no descartan la campanada.

Tras dedicar a Tito Vilanova la última victoria de 2012 (1-3 ante el Valladolid), el conjunto azulgrana tiene el reto de corresponder a la energía transmitida por el técnico con otro triunfo. Operado antes de Navidad por segunda vez en 14 meses de un tumor en la glándula parótida, desde el miércoles ya dirige los entrenamientos y se le espera en el banquillo, aunque la rueda de prensa previa al derbi la dio su segundo entrenador, Jordi Roura, para ahorrarle la presión del primer plano informativo. «Tito sorprendió a todos incorporándose tan pronto. Lógicamente aún tiene que hacer tratamiento, pero está francamente bien. También de espíritu y de forma de ser, porque está fantástico, fuerte y muy animado. En principio estará en el banquillo», avanzó el hombre que asumió con éxito las riendas en Zorrilla.

«Ya lo comenté alguna vez. Creo que una vez más estos jugadores han dado muestras de la fuerza que tienen ante un problema tan importante y han reaccionado con una extraordinaria fortaleza. La primera demostración fue el día del Valladolid y creo que lo seguirán haciendo», comentó Roura, quien sabe de primera mano que los capitanes de la plantilla (Puyol, Xavi, Iniesta y Valdés), tras hablar con el resto de jugadores, comunicaron a la dirección deportiva del club que no pensaran en ningún sustituto para Tito Vilanova, garantizando una colaboración total con el cuerpo técnico.

El Barça, que recupera a los lesionados Cesc Fàbregas y Song, aunque mantiene la duda de Adriano y las bajas de Cuenca, Muniesa y Abidal, está mentalizado para afrontar las dificultades que siempre crea el primer partido tras las vacaciones navideñas y el derbi, habitualmente intenso y disputado. «Los partidos después de las vacaciones siempre cuestan y tienen una dificultad añadida. Y el Espanyol es verdad que con el cambio de entrenador hemos tenido que ver con más detalles sus últimos partidos porque han cambiado el sistema y su forma de jugar. Sin duda, la llegada de Aguirre ha sido un cambio y no conocen la derrota desde entonces. Ha sido algo muy beneficioso para ellos», valoró Roura.

«Quieren que los machaquemos»

Curiosamente, en la rueda de prensa de Roura no surgió el nombre de Messi, que comienza el reto de superar sus 91 goles en 2012, pero sí en la de Javier Aguirre. «Es un privilegio jugar contra el Barça, pero no solo intentaremos anular a Messi, sino a todo el colectivo», afirmó el mexicano, consciente de que su suerte depende de la inspiración del argentino, que el lunes aspira a su cuarto Balón de Oro consecutivo con permiso de Iniesta y Cristiano Ronaldo.

«No vamos a jugar el derbi con miedo ni con piel de cordero. Es un partido especial para los dos equipos, una final. He palpado a la afición y quieren que los machaquemos», apuntó Aguirre, con diversas experiencias en el Camp Nou al frente de Atlético, Osasuna y Zaragoza: «He ido al Camp Nou a esperar atrás y también a jugar abierto. En las dos ocasiones he perdido. En función de los jugadores que tengamos decidiremos cómo jugar. Queremos dar una buena imagen e intentar ganar porque estos tres puntos ahora son oro para nosotros».