Cameron asegura que Reino Unido va en la dirección correcta

El primer ministro británico, David Cameron, ha asegurado que Reino Unido avanza hacia la dirección correcta y ha expresado su optimismo a tenor de los "progresos tangibles" cosechados en el terreno económico.

En el mensaje de Año Nuevo, Cameron ha ensalzado los avances realizados por el Gobierno en la reducción del déficit presupuestario, en la reforma del Estado del bienestar y en la mejora de los estándares de los colegios británicos. "Podemos mirar al futuro con realismo y optimismo", ha dicho Cameron. "Con realismo porque no se pueden curar problemas de décadas en una sola noche. No hay soluciones rápidas y no reclamaré otra forma (de resolver esta situación). Pero también podemos ser optimistas porque estamos realizando progresos tangibles", ha argumentado. Su Ejecutivo, ha enfatizado Cameron, es "un Gobierno en una urgencia" que no cederá a la presión para ralentizar la reducción del déficit o las reformas educativas y del sistema del bienestar.

En su alegato de que Reino Unido camina hacia la buena dirección, el 'premier' británico ha insistido en que el país se halla en "una carrera global para triunfar hoy" junto con países como China, India o Indonesia. "No podremos ganar en este mundo con una enorme carga de deuda sobre nuestras espaldas", ha aducido Cameron. En este aspecto, las previsiones indican que el déficit de Reino Unido será un 25% menor que el de 2010. Desde entonces, más de medio millón de personas ha conseguido un trabajo, según dichos datos.

El Gobierno británico, conformado por el Partido Conservador y el Partido Liberaldemócrata, se fijó como prioridad la disminución del déficit presupuestario, que se situaba por encima del 11% cuando llegó al poder en junio de 2010. Un año después descendió hasta el 8% del PIB, si bien las autoridades británicas han descartado que Reino Unido rebaje el déficit por debajo de la barrera del 3% hasta 2017.

Cameron, sin embargo, no se ha referido al referéndum sobre la pertenencia de Reino Unido a la Unión Europea, un asunto que este año se ha puesto de nuevo sobre la mesa y que ha sido objeto de división en el seno del Ejecutivo e incluso dentro del Partido Conservador liderado por Cameron.